El grupo GREENLIFE de la Universidad San Jorge estudia en una de sus líneas el impacto que los disolventes verdes pueden generar en el medio ambiente y la salud. Uno de los proyectos enmarcados en esta línea, llevado a cabo por Estefanía Zuriaga Marco como parte de su tesis doctoral, trata de comparar tres familias de disolventes derivados de la biomasa considerados como verdes para asegurar sus buenas propiedades (eco)tóxicas.

Para ello, se está llevando a cabo una caracterización de la ecotoxicidad en diferentes bioindicadores acuáticos a distintos niveles de la cadena trófica con el fin de conocer los posibles efectos tóxicos sobre el medioambiente y se complementa con ensayos de toxicidad neurotoxicidad y genotoxicidad en roedores, que permitirá predecir posibles consecuencias sobre la salud humana. Todos los ensayos que se realizan se encuentran en concordancia con la normativa europea establecida por el REACH para nuevas sustancias químicas.

Fruto de estos ensayos se han obtenido los primeros resultados que nos indican que los disolventes estudiados de la biomasa presentan buenas propiedades medioambientales y mejoran los valores de ecotoxicidad para los bioindicadores utilizados hasta el momento respecto a los valores conocidos para disolventes químicos tradicionales. De este modo, ampliamos la información necesaria para tratar de conseguir el remplazo de disolventes tradicionales por disolventes verdes en un futuro.

El grupo GREENLIFE en su objetivo de profundizar en el conocimiento de las propiedades físicas, químicas y medioambientales de disolventes verdes y otras sustancias químicas de interés y así asegurar su bondad medioambiental, hace uso de la Green Chemistry, y de su definición de lo que es un disolvente verde ideal. Este debe tener una baja presión de vapor y un punto de ebullición alto, debe ser no tóxico y sus productos de degradación, también inocuos, reciclable, biodegradable, capaz de disolver tantos compuestos químicos como sea posible, barato y proceder de recursos renovables y finalmente debe ser no tóxico y sus productos de degradación, también inocuos. Además, el diseño de dichos disolventes y sus procesos deben cumplir también los principios de la Green Chemistry. En los últimos años, se están incluyendo dentro de este grupo de disolventes aquellos derivados de la biomasa, los líquidos iónicos o los fluidos supercríticos pero ¿sabemos realmente si son tan verdes como se consideran?