Antonio Estepa es subdirector del área de Arquitectura y director del grado en Arquitectura de la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la Universidad San Jorge.

¿Por qué son necesarios expertos en diseño en el mundo laboral actual?

La transformación del mercado laboral, fundamentalmente a partir de la creciente demanda de recursos tecnológicos de última generación, obliga a los profesionales a reinventarse, a ser mucho más polivalentes y a trabajar sobre encargos y problemas muy distintos.

Los profesionales del mundo del diseño forman parte de un colectivo profesional muy modernizado que han sabido ponerse al día en el uso de herramientas digitales contemporáneas. Los diseñadores gráficos, los desarrolladores web y los jefes de producción industrial, los responsables de cadenas de producción y construcción, los interioristas o los arquitectos, entre otros, son profesionales que demandan, en su día a día, el dominio de técnicas e instrumentos ciertamente especializados.

La formación transversal que se adquiere en estos nuevos estudios de Diseño Digital y Tecnologías Creativas posibilita que en el mercado aparezcan medios humanos con capacidad de adaptación frente a situaciones diferentes mientras que, en paralelo, se da pie para que podamos aprovechar cualquier oportunidad de explotación mercantil que se presente.

La ambivalencia es, sin lugar a duda, uno de los valores más deseados por las empresas. Esto es así por el simple hecho de que la vida útil de los mercados y, por ende, de los productos, es cada vez más corta; por lo tanto, parece lógico que cualquier inversión que se haga en recursos humanos deba garantizar cambios drásticos de rumbo empresarial, sin necesidad de tener que hacer renovaciones sustanciales en las plantillas.

 «Ya no basta con tener una titulación universitaria (…). Ahora es vital poder aportar chispas de valor que permitan a las empresas encontrar huecos o nichos nuevos de negocio (…). Los titulados de este nuevo grado podrán poner encima de la mesa algo más, esto es, la creatividad”.

¿Qué aporta a las empresas contar con expertos en diseño?

Cualquier inversor sabe que la correcta articulación de los recursos humanos es, con diferencia, el intangible más valioso que puede tener una empresa.

Hasta hace muy poco tiempo la formación académica era un escalón diferencial en los procesos de selección curricular. Poco a poco estos procedimientos se han ido complicando; ya no basta con tener una titulación universitaria, ni tan siquiera con tener un máster o un doctorado, tampoco con dominar una segunda lengua, incluso un tercer idioma. Ahora es vital poder aportar chispas de valor que permitan a las empresas encontrar huecos o nichos nuevos de negocio o, como poco, articular mejoras evidentes en los procedimientos de desarrollo rutinarios; en este sentido, los titulados de este nuevo grado podrán poner encima de la mesa algo más, esto es, la “creatividad”.

El apellido de nuestro nuevo grado (Tecnologías Creativas) se nos muestra importante para comprender y visualizar la filosofía e idiosincrasia que se irá destilando curso a curso. Formaremos a personas con capacidad crítica, con espíritu inquieto, muy bien adiestradas en el empleo de herramientas digitales complejas, pero, por encima de cualquier otra referencia, egresaremos profesionales muy entrenados en la experiencia natural de la creatividad.

Ser creativo implica estar unos cuantos pasos por delante de los demás. Ser creativo implica buscar rumbos nuevos. Ser creativo exige no ser conformista.

Las empresas saben, y lo saben bien, que no les hace falta tener en su plantilla al mejor en un único campo, sino que es más oportuno tener a un grupo de personas, bien interconectadas, que den respuesta instantánea, eficaz y certera a los problemas que se van presentando, mientras se exploran otras vías de crecimiento.

 

Con este grado, la Escuela de Arquitectura y Tecnología busca diferenciarse y posicionarse como una escuela de corte creativo en la que el diseño y la creatividad tienen un peso primordial. ¿Por qué busca esto la Escuela?

Nuestra Escuela es joven, muy joven. Para ser muy visual en mi explicación quisiera argumentar que, entre otras situaciones de interés, el Grado en Arquitectura se imparte en las mismas instalaciones que el Grado en Ingeniería Informática y el Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos.

«Ser creativo implica estar unos cuantos pasos por delante de los demás. Ser creativo implica buscar rumbos nuevos. Ser creativo exige no ser conformista»

A priori, este pequeño matiz carece de trascendencia; si bien, la naturaleza de nuestro centro, conformado por grupos pequeños que obliga a interacciones constantes entre docentes de distintas áreas, unido con la presencia de profesionales que trae a la USJ sus experiencias profesiones exteriores, generan una amalgama de oportunidades que venimos explotando en la Escuela.

A lo largo de los años hemos comprobado que la investigación es un pilar fundamental para la docencia. Si bien, la investigación académica no tiene demasiado valor si no se procura la necesaria transferencia del conocimiento. Una de las vías para hacer efectiva la transmisión de los resultados de investigación, quizá la más válida, es la interconexión de la investigación con la docencia.

Para conseguir esto, a los docentes, no nos queda más remedio que ser innovadores. Es cierto que hay unas materias que se prestan más y mejor para experimentar y dar rienda suelta a la inquietud. Si bien, es muy necesario que desde la Escuela y desde la propia Universidad, se allanen caminos que obstaculicen este tránsito.

Por suerte, la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la Universidad San Jorge es muy proactiva en todo esto. Así, instalados en esa lógica, parecía de cajón que debíamos tener una nueva titulación con capacidad para fundir todas esas “ocurrencias”, todas estas inquietudes y oportunidades. Es de esa forma como nace el Grado en Diseño Digital y Tecnologías Creativas, y es así, como con la incursión en este mundo del diseño y la creatividad la Escuela se renueva, por dentro y por fuera; acaso, para ser aún más joven de lo que ya es, para ser revolucionaria y crítica, en definitiva, para surfear en la cresta de la ola del tiempo en el que nos toca vivir.

 

¿Qué les aporta a los alumnos o egresados de Arquitectura el desarrollo de conocimientos relacionados con el diseño y la creatividad?

Decía Winston Churchill que, si el presente trata de juzgar el pasado, entonces, perderá el rumbo del futuro.

La Arquitectura está obligada a adaptarse a las exigencias de nuestro presente. De hecho, creo que el colectivo profesional lo está haciendo francamente bien. La irrupción en nuestro sector de los flujos de trabajo BIM dejan huella manifiesta de ello.

No obstante, es necesario dar un paso más. Es muy oportuno encarrilar a la Arquitectura hacia horizontes de desempeño profesional distintos, algunos emergentes y otros, por qué no decirlo, copados por disciplinas con mucha menos capacitación que la nuestra.

Si bien, sería una torpeza dejar de lado, o minusvalorar, los logros que hemos heredado de las generaciones que nos precedieron. Nunca hemos de olvidar que la Arquitectura, en España, es una profesión regulada con reservas de actividad  descritas por la Ley Orgánica de la Edificación.

De acuerdo con lo dicho, la doble titulación de Arquitectura con Diseño Digital y Tecnologías Creativas permite, más que la construcción de un marco nuevo, prodigar la ampliación categórica del marco con el que, aún hoy, nos seguimos autolimitando.

Los egresados de esta doble titulación seguirán estando perfilados con la excelencia de un modelo de desempeño basado en el oficio y el rigor. Apostamos firmemente por la ortodoxia del pensamiento característico de los grandes maestros de la Arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX; esto es, aquellos que consiguieron encumbrar a nuestra bella profesión hasta lo más alto. Si bien, dotaremos a nuestros estudiantes y profesores para trabajar con metodologías y procedimientos de última generación, para conseguir, ahora sí, un perfil profesional totalmente reinventado, mucho más capaz y solvente para dar respuesta a los enigmas que nos ocupan, entre ellos, el problema de la vivienda, la movilidad urbana, la sostenibilidad territorial y de las infraestructuras, la eficiencias energética o, entre muchas otras temáticas más, el cambio de paradigma para conseguir la estabilidad de los ecosistemas.

 

¿Qué peso juega la creatividad en la arquitectura?

La creatividad es, lo ha sido siempre, una sustancia vital indispensable para la Arquitectura.

Es fácil echar la vista atrás y ver que la Historia de la Arquitectura está atiborrada de situaciones de excelencia creativa. ¿Cómo si no pudo Buenarroti levantar semejante cúpula en San Pedro del Vaticano? ¿acaso no fueron efervescencias creativas las propuestas urbanas de “el gran Sinán” para las caravanserai construidas bajo el mandato del sultán Solimán el magnífico?

Etimológicamente la palabra “creatividad” deriva de la voz latina “creare”, que significa crear o engendrar, en conjunción con la voz “crecere”, que significa crecer.

Ambas acciones, crear y crecer, son perfectamente ajustables a lo que sucede en el proceso ejecutivo de cualquier edificio. Por ello, hablar de Arquitectura forzosamente implica hablar de pensamiento creativo.

La creatividad es, lo ha sido siempre, una sustancia vital indispensable para la arquitectura (…). Nuestros arquitectos, por encima de todo, son creativos.

En la Universidad San Jorge siempre lo hemos tenido claro. Nuestro grado en Arquitectura, frente a la oferta formativa de otras universidades, está totalmente orientado hacia este sesgo característico. Nuestros Arquitectos, por encima de todo, son creativos.

La experiencia nos da la razón. Nuestra alta tasa de empleabilidad, en parte, depende de esta importante decisión conductual. Los arquitectos de la USJ son estrategas muy bien formados, con los pies en el suelo y, como no, con longitud de miras para avistar el futuro.

Nuestros egresados son nuestro mejor certificado de calidad; son el resultado de nuestro compromiso con la sociedad. Naturalmente, son nuestro orgullo.