La Universidad San Jorge celebra su vigésimo aniversario y otorga su Medalla de Oro a las Cortes de Aragón, la institución que aprobó su creación hace 20 años

La Universidad San Jorge, con motivo de su vigésimo aniversario, ha celebrado esta tarde en el Auditorio de Zaragoza un acto institucional en el que ha concedido su Medalla de Oro a las Cortes de Aragón, que hace 20 años, el 24 de febrero de 2005, aprobó la ley mediante la cual se creó esta institución.
De esta forma, la Universidad San Jorge, una de las cinco entidades del Grupo San Valero, quiere distinguir a una institución histórica, que representa a los ciudadanos aragoneses, y que tuvo un papel determinante para que esta Universidad comenzara su actividad hace dos décadas.
El evento ha comenzado con unas palabras de la rectora de la Universidad San Jorge, Silvia Carrascal, que ha recordado cómo Aragón, hace 20 años y a través de sus Cortes, “dio un paso decisivo, histórico y valiente que permitió el desarrollo e impulso de su ecosistema educativo, académico e investigador con el objetivo de fortalecer el mapa de conocimiento de esta comunidad autónoma”.
Desde entonces, “8.000 egresados han destacado en sus respectivos campos profesionales, llevando el nombre de la Universidad San Jorge a todos los rincones del mundo y contribuyendo de manera significativa, al progreso de sus comunidades y a la sociedad en general” ha asegurado la rectora.
Además, a lo largo de estos 20 años, Silvia Carrascal ha señalado que “se han superado algunas crisis y muchos desafíos, se han alcanzado retos, se ha promovido mucho talento y se ha construido una comunidad educativa, diversa y plural, que sigue creciendo día a día. Por ello, debemos mirar atrás con orgullo y gratitud por los innumerables logros y avances que hemos construido en estas dos décadas.
Con respecto al futuro, “estamos preparados para seguir avanzando, fortaleciendo nuestros programas académicos, fomentando la investigación y la innovación docente y promoviendo un ambiente de aprendizaje inclusivo y enriquecedor para todos, que responda a las necesidades de la sociedad, con una metodología, tecnología y espacios innovadores, conectada con la empresa y con un mayor alcance y visibilidad nacional e internacional”.
A continuación, la rectora ha hecho entrega de la Medalla de Oro, que ha recogido la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández. En su discurso, Fernández ha expresado “el honor que supone recibir esta Medalla de Oro, que representa un simbolismo extraordinario” porque “entendemos que la educación es un eje vertebrador de nuestra sociedad y cultivar el conocimiento y hacerlo crecer es una de las tareas más nobles y solidarias que se pueden ofrecer a la sociedad”. Además, ha añadido que este conocimiento “nos hace crecer y forjar un pensamiento crítico”, un aspecto “especialmente simbólico porque los jóvenes son nuestro futuro y ayudan a construir nuestra sociedad; ojalá seamos capaces de retener este talento en Aragón y que encuentren oportunidades profesionales y proyectos de vida”.
Tras la intervención de la presidenta de las Cortes de Aragón, ha tomado la palabra el presidente del Grupo San Valero, Pedro Baringo, para recalcar que “es bueno echar la vista atrás y reconocer tres pilares fundamentales en este recorrido: los arzobispos y su apoyo absoluto, aunque no fueran momentos fáciles, el patronato del Grupo San Valero que colaboró en este proyecto, y en especial, los 180 primeros padres que nos confiaron la educación de sus hijos”.
Seguidamente, la consejera de Empleo, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón, Claudia Pérez ha puesto en valor “el caminar de una institución que ha dejado huella en nuestra tierra y que actualmente cuenta con un campus moderno y tecnológico” fruto del trabajo y la vocación de servicio público. Además, Claudia Pérez ha reconocido la labor de “llenar el campus de alumnos con los pies bien pegados al suelo, valores claros y un profesorado que ofrece las herramientas necesarias para desarrollar un pensamiento crítico”. Para concluir, la consejera ha afirmado que “son muchos los retos a los que se va a enfrentar nuestra tierra y sabemos que vais a estar a nuestro lado” porque “sois una palanca fundamental en el crecimiento de nuestra Comunidad”.
Para concluir el acto, el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, ha afirmado que “más allá de las cifras, querría poner alma a los números, ya que detrás de cada miembro de esta comunidad académica hay un vida única e irrepetible”. Así, ha recalcado la importancia de vivir con autenticidad y formar a personas íntegras que consigan “encontrar su lugar el mundo, en un momento en el que lograr una vida bien orientada es un asunto prioritario y no solo para los jóvenes”.
Durante el acto se pudo ver un vídeo con algunos de los resultados del Estudio de Impacto Social y Económico de la Universidad San Jorge durante estos 20 años.















