La convivencia, el respeto y huir de las confrontaciones para crear un futuro de paz es lo que desea Maixabel Lasa, exdirectora de la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco y viuda del político Juan María Jáuregui, asesinado por la banda terrorista ETA. Así lo ha manifestado hoy en las Jornadas sobre Justicia Social de la Universidad San Jorge que, en su quinta edición, han tratado sobre la justicia restaurativa y el protagonismo de las víctimas en el camino hacia la reconciliación.

Estas jornadas han comenzado por la mañana con la proyección y posterior coloquio sobre la película basada en hechos reales “Maixabel”, dirigida por Icíar Bollaín, que narra la historia de Maixabel Lasa, quien accedió a entrevistarse en la cárcel con los asesinos de su marido y quien ha estado hoy en la USJ hablando con alumnos de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales.

Por la tarde, se ha celebrado en el Edificio Grupo San Valero una mesa redonda en la que, además de Maixabel Lasa, también han participado Eduardo Santos Itoiz, abogado, profesor universitario y mediador en los procesos de mediación entre víctimas y exmiembros de ETA, y Begoña Castilla, abogada, mediadora y profesora de Derecho de la Universidad San Jorge.

De su encuentro con el exetarra Luis Carrasco, Maixabel ha explicado que recuerda ver a una persona “arrepentida” que “no saldría de la cárcel como un héroe”. También rememora que pensó que “suponía mucha valentía” entrevistarse con ella, pues “se enfrentaba a la banda a la que pertenecía” y pasaría a convertirse “en un traidor”. Entonces, se planteó dar “una segunda oportunidad porque una persona es capaz de lo mejor y lo peor” y porque entendía que “la persona que tenía enfrente ya no era la misma que había asesinado en el año 2000”. Al final, ha asegurado, salió de ese encuentro habiéndose quitado “un gran peso de encima y agradecida por haber tenido esa oportunidad”.

“Entiendo que es difícil comprenderme, pero para mí fue un alivio saber que estas personas estaban arrepentidas y que no volverían a hacerlo. Para mí eso es mucho más importante que la condena que le ponga un juez o un fiscal”, ha declarado Maixabel Lasa.

Por su parte, Eduardo Santos ha argumentado que cada vez confía menos en el término “justicia restaurativa”, puesto que “la justicia siempre debe tener en cuenta la reparación de las víctimas”, así que ha abogado por hablar de “la mirada restaurativa de la justicia”. Asimismo, ha subrayado que, en ocasiones, se coloca “a la víctima como una fuente de legitimidad ética del derecho” y se puede caer en la revictimización. “En una sociedad democrática, las víctimas tienen que ser parte del debate democrático, pero la solución incumbe a toda la sociedad”, ha manifestado.

Begoña Castilla ha estado de acuerdo con el abogado afirmando que “la mirada restaurativa pasa por dar su puesto y su poder a las víctimas” y ha destacado que se debe trabajar “desde los valores”, siendo la escucha uno de los más importantes. Asimismo, también ha puesto el foco en todo el proceso que engloba la restauración, aunque en determinadas ocasiones se hable solo de los encuentros.

En este sentido, Eduardo Santos ha apuntado que el proceso es transformador, pero también muy duro para ambas partes. “Cuando alguien ha matado por unas ideas y toda su vida se justifica por esos ideales, en el momento en el que todo eso se cae, su vida se hace añicos”, ha señalado.

Así pues, debido a su trascendencia, Maixabel ha manifestado que “estos procesos son herramientas que tienen que estar al alcance de la víctima y del victimario, pero, si alguno de los dos no quiere, no puede ser una obligación”. Además, Begoña Castilla ha apuntado que en estos procedimientos “la víctima tiene más poder porque es la persona a la que se intenta proteger siempre”.

Esta afirmación ha sido corroborada por Eduardo Santos, quien ha explicado cómo se trabajó con las personas que cometieron los delitos para que no cayeran en la justificación de sus actos, puesto que esto supondría la revictimización de las víctimas. “Además, teníamos que ir poco a poco, porque cuando has quitado todas las justificaciones, solo queda el hecho en sí mismo y enfrentarse a eso es terrible. Así que se van enfrentando a ello de manera gradual”, ha explicado.

Sobre el futuro, Maixabel ha argumentado que “no se trata de ser amigos”, sino “de ser capaces de hablar” y que “los hijos de unos y otros puedan convivir”. “Deseo la convivencia, el respeto y el huir de las confrontaciones que no llevan a nada”, ha declarado.