La sede del Grupo San Valero acogió ayer la tercera edición de las Jornadas de Tendencias Tecnológicas que tienen como objetivo divulgar y profundizar en los últimos avances tecnológicos y analizar cómo trasladar esos conocimientos a proyectos reales. Esta sesión, organizada por Grupo San Valero y Vodafone,  se centró en la Inteligencia Artificial (IA) y su aplicación en el ámbito de la salud.

Este evento comenzó con unas palabras del director del Grupo San Valero, César Romero, quién recalcó la importancia de “saber aplicar la IA para los fines adecuados y combinarla con la inteligencia emocional, que es lo que define al ser humano”.

A continuación, Rafael García Leiva, innovation manager de Vodafone, impartió una ponencia en la que expuso la necesidad de desarrollar una tecnología que repercuta directamente en las personas, a través de áreas como el ‘internet de las cosas’. Para ello, expuso ejemplos como los dispositivos que controlan desde su propia casa a enfermos crónicos o con movilidad reducida a través de sensores que monitorizan su día a día.

El problema que se ha detectado es que “estos sensores recogen muchísima información, pero el 99,5% de ella no se analiza, por tanto, no se está poniendo en valor los datos a los que tenemos acceso”. Así, uno de los retos que marcó como prioritario Rafael García fue “sacar provecho de esa información combinando los datos con inteligencia artificial para generar conocimiento y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de las personas”.

A su vez, a lo largo de su exposición, el ponente explicó algunas de las limitaciones de la IA, entre otras, señaló que esta tecnología no sabe identificar las causas cuando se detecta una anomalía, por tanto, es fundamental que una persona sepa interpretar los datos y darles el contexto adecuado.  

Para finalizar, Rafael García detalló las peculiaridades de la inteligencia artificial prescriptiva y la generativa y cómo hacer uso de cada una de ellas.

Tras la conferencia, tuvo lugar una mesa redonda, moderada por Laura Martínez, directora en Aragón de Vodafone, en la que participaron Roberto Lorente, fundador de Origen Corporacion Biotech, Aitor González, business line manager de Izasa Scientific, y Violeta Monasterio, investigadora de la Universidad San Jorge y coordinadora del grado en Ingeniería Biomédica.

El debate comenzó analizando los aspectos éticos y de privacidad en el ámbito de la inteligencia artificial. En este sentido, los expertos aseguraron que esta tecnología “no supone riesgos extra en el tratamiento de la información personal porque los datos clínicos están protegidos y cada investigación requiere del consentimiento explícito del paciente”, afirmó Violeta Monasterio.

Además, aseguraron que en este ámbito siempre se trabaja con respeto a las leyes y dando máxima prioridad a la ciberseguridad.

El siguiente tema que trataron fue si la IA supondrá una destrucción de puestos de trabajo. Tal y como explicó Violeta Monasterio “el desarrollo de la IA no reemplaza al médico, pero sí que le proporciona nuevas herramientas para tomar las mejores decisiones”. Asimismo, aseguró que, gracias al desarrollo de esta tecnología, se necesitarán nuevos perfiles profesionales de carácter mixto – tecnología y ciencias de la salud- que sepan dar respuestas a las necesidades del sector.

Por su parte, Roberto Lorente afirmó que “un médico que sepa IA sí podrá sustituir a un médico que no tenga este tipo de conocimientos” porque estas nuevas herramientas agilizan trámites y evolucionan de manera muy rápida.

A su vez, Aitor González, explicó que «la IA evoluciona a una gran velocidad, por tanto, cada vez se necesitarán más investigadores y personal sanitario que alimente esta tecnología».

A lo largo de esta jornada, los expertos también detallaron las múltiples ventajas de realizar los ensayos clínicos con “gemelos digitales” a los que se puede tratar, monitorizar y hacer seguimiento tras la aplicación de diferentes fármacos.

Para concluir el debate, los ponentes hablaron del desarrollo de nuevas terapias como la terapia celular o la huella genética, que ayudarán a personalizar los tratamientos y a la detección precoz de enfermedades, así como el auge que experimentarán las terapias personalizadas y el diseño de nuevos fármacos.