El docente de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales Miguel Ángel Motis presentó en el Ayuntamiento de Calatayud, ante más de un centenar de personas, su nuevo libro “La expulsión de los judíos de Calatayud: Anatomía de una encrucijada”, un trabajo de investigación, riguroso y documentado sobre este periodo concreto de la historia de la localidad.

Miguel Ángel Motis, doctor en Historia, Derecho y Antropología Social y Cultural, explica que se centró en este periodo (desde el 19 de abril hasta el 31 de julio de 1492), que califica como “uno de los más apasionantes”, porque “permite trazar, pese a las carencias en la documentación, una radiografía de una microsociedad como la hebrea”, ya que “emerge en la documentación la dinámica social, los conflictos políticos, el patrimonio, las familias, etc.”.  

Para realizar la investigación, “el proceso de recopilación de fuentes se ha extendido a lo largo de casi diez años”, asegura el docente. Fundamentalmente proceden del Archivo de Protocolos Notariales de Calatayud y Zaragoza; Archivo Municipal de Calatayud; Archivo Provincial de Zaragoza; Archivo de la Corona de Aragón de Zaragoza y Archivo del Reino de Valencia. “Es decir, en cuanto a su topología fuentes del Concejo, la Inquisición, notarial y de la Real Cancillería”, explica.

El proceso de expulsión de los judíos de Calatayud arranca en las persecuciones que se desatan especialmente en Castilla y parte de la Corona de Aragón en 1391. “Aun a riesgo de simplificarlo cabría señalar que se produce una vez que se termina el proceso de la Reconquista con la toma de Granada en 1492 y se configura el denominado Estado Moderno, con una monarquía como la de los Reyes Católicos que es confesional, donde las religiones judaica y, ulteriormente, la islámica, dejarán de ser toleradas”, explica el experto. ”Asimismo, los judíos eran ya una minoría marginal y una parte muy sustancial de esta comunidad se habían convertido de forma paulatina desde la Disputa de Tortosa”, agrega.

Con este contexto, el título del libro califica esta expulsión de “encrucijada” porque “desde que se decreta el Edicto de Expulsión, los judíos cuentan con tres meses para tomar una opción decisiva: la conversión al cristianismo o su exilio, fundamentalmente a Navarra y Nápoles”, detalla Miguel Ángel.

El docente comparte que el equipo de gobierno de la localidad fue “especialmente receptivo” con su investigación y los vecinos se mostraron expectantes, dado que se trataba de un pasado desconocido para gran parte de ellos.