La Universidad San Jorge y Fundación Ibercaja han sido las organizadoras de la 35ª edición del International Conference on Advanced Information Systems Engineering (CAiSE), que ha reunido esta semana en Zaragoza a más de 300 congresistas de todo el mundo

La importancia del papel humano en el desarrollo y relación con la ingeniería del software ha sido uno de los puntos clave tratados en el International Conference on Advanced Information Systems Engineering (CAiSE), el congreso de ingeniería de sistemas de información más importante del mundo, cuya 35ª edición, organizada por la Universidad San Jorge y Fundación Ibercaja, se ha celebrado esta semana en Zaragoza.

Más de 300 congresistas de todo el mundo han estado desde el lunes compartiendo sus investigaciones en diferentes charlas, ponencias y presentaciones de pósteres desarrolladas en el Palacio de Congresos de Zaragoza y en el Pabellón Puente. Entre ellas, destacaron las tres conferencias principales impartidas por Giancarlo Guizzardi, de la Universidad de Twente (Países Bajos), Bran Selic, presidente de la compañía Malina Software Corp. (Canadá), y Pnina Soffer, de la Universidad de Haifa (Israel).

Giancarlo Guizzardi habló sobre los sistemas cyber-humanos donde se produce interacción entre humanos y software, afirmando que “la introducción del software en los sistemas solo puede justificarse si son significativos para los humanos y si son diseñados éticamente”. Para ello, argumentó que los sistemas cyber-humanos serán confiables si se puede demostrar “de forma transparente” que la interacción humano-software “contribuye positivamente a los valores y objetivos humanos”. En este sentido, se hace necesario comprender el concepto de ontología, es decir, aquella parte de la metafísica que estudia el ser en general y sus propiedades. Así pues, el experto declaró que “se debe revelar explícitamente y relacionar de manera segura las diferentes ontologías integradas en el software”, proponiendo para lograrlo el uso de una noción que denominó “Desempaquetado Ontológico” (Ontological Unpacking) y que permitiría que los modelos tuvieran una naturaleza explicativa necesaria para la confiabilidad en el sistema cyber-humano.

Por su parte, Bran Selic impartió una conferencia en la que, en primer lugar, expuso las deficiencias principales que tienen los métodos y tecnologías informáticos actuales al interactuar con entornos físicos o sociales complejos y potencialmente impredecibles, y, posteriormente, compartió posibles direcciones de investigación para resolver estas deficiencias.

Por último, Pnina Soffer explicó cómo comprender el lado humano como principio vertebrador de la ingeniería del software (ISE, por su término en inglés) y cómo se han desarrollado multitud de teorías que conciernen a los seres humanos en su contexto. “Estas teorías, en general, sirven mayoritariamente para explicar el comportamiento humano en el contexto de la ISE o para predecirlo”, explicó. En su conferencia expuso casos en los que dichas teorías han servido para guiar el desarrollo de los propios artefactos de ISE (sistemas, procesos, métodos, modelos).

 

La Torre del Agua, testigo de los premios a los mejores papers y tesis doctorales

Ayer se celebró la cena de gala y entrega de premios del CAiSE en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la Torre del Agua, que, tras cuatro años sin acoger ningún evento, volvió a abrir sus puertas para que los congresistas pudieran ver la escultura Splash, celebraran el final del congreso y descubrieran el país que acogerá la próxima edición: Chipre.

El premio al mejor paper fue para Adrian Rebmann y Han van der Aa por su estudio «Unsupervised Task Recognition from User Interaction Streams», sobre reconocimiento de tareas sin supervisión a partir de flujos de interacción de usuarios que identifica continuamente instancias de tareas, las agrupa según su tipo y emite eventos de nivel de tarea a un flujo de salida para utilizarse en el análisis de procesos.

También se entregó el premio a mejor paper explorativo a los investigadores Michele Chiari, Bin Xiang, Galia Novakova Nedeltcheva, Elisabetta Di Nitto, Lorenzo Blasi, Debora Benedetto y Laurentiu Niculut por su investigación «DOML: A New Modelling Approach To Infrastructure-as-Code». Se trata de un nuevo lenguaje de modelado en la nube para implementación de infraestructuras que puede mapearse en múltiples lenguajes de IaC (Infraestructura como código), abordando el aprovisionamiento de infraestructura, la implementación y la configuración de aplicaciones a la vez. Esto ayudaría a reducir la necesidad de contar con una gran experiencia técnica en el uso de lenguajes IaC especializados.

Finalmente, el premio a la mejor tesis doctoral recayó en Anna Bernasconi por su estudio «Model, Integrate, Search… Repeat: a Sound Approach to Building Integrated Repositories of Genomic Data». En ella, argumenta que, aunque hay disponible una gran cantidad de repositorios de datos públicos para impulsar la genómica y la investigación clínica, no existe un acuerdo entre los diversos formatos y modelos de datos, provocando que, en la práctica, se acceda a las fuentes de datos una por una, aprendiendo sus descripciones específicas con gran esfuerzo. En este contexto, la integración de datos genómicos y de sus metadatos descriptivos se convierte en un desafío importante y difícil. Así pues, su tesis doctoral propone un modelo conceptual de metadatos y una arquitectura extendida para integrar conjuntos de datos y describe un sistema de búsqueda fácil de usar, que, además, aplicó y testeó durante la pandemia de la covid19.

La 35ª edición del CAiSE ha contado con el patrocinio de Avanza, BSH Electrodomésticos España, INTEGRA, NTT DATA, Seidor, Springer, así como con la colaboración de CSIC, Sistedes y Zaragoza Congresos.

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