La Universidad San Jorge y la Asociación Española Contra el Cáncer organizan estas Jornadas Oncológicas Interdisciplinares que este año cumplen su segunda edición

Más de 15 profesionales han participado hoy en las segundas Jornadas Oncológicas Interdisciplinares, organizadas por la Universidad San Jorge y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), con el objetivo de analizar y compartir conocimiento sobre el abordaje del cáncer desde diversas disciplinas, como la medicina, la farmacia, la fisioterapia, el trabajo social y la psicología, entre otras.

Mercedes Pinilla, vicepresidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Aragón, ha comenzado, durante la inauguración de las jornadas, compartiendo datos que reflejan que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerán un cáncer a lo largo de su vida. “La AECC, consciente de estos datos, se ha marcado como objetivo superar el 70% de supervivencia en el 2030, algo que no se podría conseguir sin el apoyo de la sociedad y el trabajo en equipo como el desarrollado con la USJ”, ha afirmado.

Por su parte, Silvia Carrascal, rectora de la Universidad San Jorge, ha puesto en valor esta colaboración y ha declarado que este encuentro cumple con varios objetivos de la USJ: “compartir conocimiento, acercarnos a la medicina y transmitir la ciencia a la sociedad”.

Por último, Joaquín Velilla, director general de Salud Digital e Infraestructuras del Gobierno de Aragón, ha definido estas jornadas como “un foro muy importante dentro de la oncología en la Comunidad en las que se comparte, aprende y colabora en una causa que une a toda la sociedad: la lucha contra el cáncer”. Además, ha abogado por el impulso de la medicina de precisión, asegurando que “es el futuro”.

Tras la inauguración, Laura Zaurín, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la USJ, y Patxi García Izuel, gerente en Aragón de la Asociación Española Contra el Cáncer, han explicado que las Jornadas Oncológicas Interdisciplinares tienen su origen en la consulta de orientación en fisioterapia para pacientes y familias que la USJ puso en marcha en la AECC hace tres años para ofrecer herramientas de fisioterapia que mejoren la calidad de vida de los pacientes.

La cardiotoxicidad secundaria al tratamiento oncológico

El primer bloque de las jornadas ha tratado sobre la cardiotoxicidad secundaria que surge como consecuencia del tratamiento oncológico.

Varias expertas en cardiología, farmacia, fisioterapia y psicología han comenzado explicando que la cardiotoxicidad es cualquier evento cardiovascular derivado del tratamiento oncológico y han afirmado que, aunque algunos tratamientos oncológicos son más cardiotóxicos que otros, todos los pacientes tienen un riesgo cardiovascular aumentado. Sin embargo, a pesar de este riesgo, la cardiotoxicidad se puede prevenir siguiendo un estilo de vida cardiosaludable – consistente en una dieta mediterránea, actividad física regular y no fumar – y llevando un control estricto de los factores de riesgo cardiovasculares prestando atención a los signos de alarma.

Desde el punto de vista farmacéutico, han compartido aquellos tratamientos con mayor riesgo de toxicidad, para los que se recomienda un seguimiento rutinario de la fracción de eyección durante el tratamiento, así como otros tratamientos cuya cardiotoxicidad no es tan alta, con los que sería suficiente con la vigilancia de la aparición de síntomas de insuficiencia cardiaca y otros efectos adversos cardiacos.

Más adelante, desde el área de fisioterapia, a través del ejemplo y los resultados de varios estudios realizados, han explicado que se puede implementar la rehabilitación cardio-oncológica, porque ya existe evidencia sólida de los beneficios de implementar la fisioterapia y el ejercicio como una herramienta complementaria al tratamiento.

Por último, han tratado desde la psicología y desde la Terapia de Aceptación y Compromiso el impacto emocional del doble diagnóstico (cáncer y cardiotoxicidad) que puede provocar sentimientos como el enfado, la tristeza, el miedo, la incertidumbre, etc. Sin embargo, han argumentado que los pensamientos sobre potenciales pérdidas y la mortalidad pueden llevar a la reflexión sobre los valores de cada persona, es decir, aquello que da significado, sentido y propósito a su vida. Así pues, se buscará cambiar el foco de estar centrado en evitar el sufrimiento a estar centrado en sus valores.

Abordaje del cáncer desde la rehabilitación, la fisioterapia y el trabajo social

En el segundo bloque de las jornadas, una médica de familia especialista en rehabilitación, una trabajadora social y dos fisioterapeutas, docentes e investigadoras han hablado sobre algunas áreas más allá de la medicina que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.

Han presentado la rehabilitación oncológica como una necesidad, afirmando que el tratamiento rehabilitador y el ejercicio físico pueden disminuir la discapacidad y el tiempo necesario para la recuperación de pacientes oncológicos, así como su calidad de vida y la supervivencia en determinados tipos de cánceres. Han puesto el foco en la importancia de trabajar con los pacientes antes del tratamiento, durante y después, y en el trabajo coordinado de todo el equipo rehabilitador formado por médicos, logopedas, fisioterapeutas, enfermeros y terapeutas ocupacionales.

También han subrayado la importancia del trabajo social y del trabajo en red para atender las necesidades sociales de las personas con cáncer, que van desde problemas familiares, cuando, por ejemplo, el paciente ve limitada su autonomía o tiene una falta de apoyo social-familiar, hasta problemas sanitarios, como el acceso a la cobertura sanitaria o lugares terapéuticos inadecuados. También existen dificultades para la inserción laboral o problemas económicos, bien sea por falta de recursos para la subsistencia o para gastos extraordinarios como medicación, traslados, rehabilitación, etc. Asimismo, se han enumerado otros problemas como aquellos relacionados con la vivienda o la integración social.

Además, han presentado dos ejemplos de abordaje interdisciplinar del cáncer: el Servicio de Orientación en Fisioterapia que puso en marcha la USJ en la AECC y el Plan Andaluz de Fisioterapia Oncológica. El primero de ellos, que ya ha atendido a más de 400 personas, ofrece valoraciones individuales y talleres grupales sobre ejercicio terapéutico aeróbico y de fuerza, fisioterapia respiratoria, marcha nórdica, manejo fisioterapéutico del cáncer de mama, etc. También realiza acciones de divulgación, realiza estudios sobre cómo se sienten los usuarios del servicio y crea grupos de discusión para mejorar sus servicios.

Por su parte, el Plan Andaluz de Fisioterapia Oncológica realiza acciones a nivel formativo ofreciendo cursos específicos sobre esta área, a nivel investigador promoviendo esta disciplina y a nivel clínico implementando un modelo de intervención compuesto por una evaluación integral, una clasificación de los pacientes según su riesgo y una intervención en tres áreas: psicológica, nutricional y físico-funcional.

Salud pélvica tras los tratamientos oncológicos

Finalmente, el último bloque, en el que han participado una médica especialista en ginecología y obstetricia, fisioterapeutas, investigadoras y una psicooncóloga, ha estado centrado en la salud pélvica tras los tratamientos oncológicos.

En primer lugar, se han mencionado algunas de las disfunciones del suelo pélvico más prevalentes en diversos tipos de cánceres, como el de mama, el de endometrio, el de cuello uterino, el de ovario y el de vulva, cuyos tratamientos, en ocasiones, provocan estas disfunciones, entre las que se encuentran la incontinencia urinaria y fecal, el colapso genital, la disfunción sexual y el dolor pélvico crónico. Además, muchos de estos cánceres requieren de histerectomías – cirugías para extirpar el útero y el cuello uterino -, radioterapia externa y braquiterapia – radioterapia interna -, que provocan secuelas tanto a nivel físico (dispareunia, menopausia, pérdida de fuerza muscular, etc.) como emocional (extirpación de un símbolo de la fertilidad).

Para tratarlas, se ha subrayado la importancia de la prevención, la detección de pacientes con factores de riesgo y la importancia de informar a las pacientes para que sepan qué puede ocurrir y qué tratamientos existen. Entre los tratamientos, se ha abordado el papel de la fisioterapia, aunque se ha advertido de que todavía no hay una extensa evidencia científica. A pesar de ello, los estudios existentes muestran resultados satisfactorios aplicando cinesiterapia específica de la musculatura del suelo pelvico, dando educación terapéutica al paciente, terapia manual y ejercicio terapéutico domiciliario, entre otros.

Además, se ha profundizado en los beneficios de la fisioterapia en las disfunciones del suelo pélvico derivadas, en concreto, del cáncer de próstata, el más frecuente en hombres, pero con una supervivencia que roza el 90% a los cinco años. Estos supervivientes pueden sufrir disfunciones del suelo pélvico, como la incontinencia urinaria y la disfunción sexual, que puede tratar la fisioterapia pelviperineal mediante el ejercicio terapéutico, la educación terapéutica, la terapia manual y la electroterapia.

Por último, se ha hablado de la sexualidad como una secuela invisible, puesto que, cuando está comprometida la vida, el primer instinto es sobrevivir. Sin embargo, los pacientes pueden sufrir alteraciones como pérdida de deseo sexual, disfunción eréctil o dolor, además de afectaciones psicológicas como daños en la imagen corporal que afectan a la autoestima. Para tratar estos aspectos, se tiene que ampliar el concepto de sexualidad más allá de la genitalidad y el coito, hay que recuperar la intimidad, trabajar la imagen corporal, darle una importancia fundamental a la comunicación en pareja y atender al estado emocional.

Para cerrar las jornadas, Javier Alcazar, paciente y voluntario de la AECC, ha relatado su experiencia personal cuando con 46 años le diagnosticaron cáncer de próstata. “Me sentí solo y sin información, con mucho miedo a morir y sin referentes porque la mediana de edad de estos cánceres está sobre los 70 años”, ha explicado.

Asimismo, ha afirmado que a los hombres les cuesta mucho “exteriorizar los sentimientos” cuando “hablar salva vidas”. Por eso, creó la asociación The Move Men, para visibilizar los cánceres masculinos.

También ha destacado la importancia de la psicooncología y, aunque ha dejado claro que hubiera deseado nunca tener cáncer, sí que ha reconocido que la enfermedad le ha dado la oportunidad de ponerse “frente a un espejo, ver sombras y luces, y a partir de ahí construir” y reencontrarse consigo mismo y con su mujer.

Profesionales participantes

Los profesionales que han participado en estas jornadas han sido, en la primera mesa, Pablo Gargallo Aguarón, fisioterapeuta, docente e investigador del grado en Fisioterapia de la Universidad San Jorge; Dra. Ana Marcén Miravete, cardióloga de la unidad de insuficiencia cardíaca y trasplante del Hospital Miguel Servet y co-responsable de la consulta de cardio-oncología; Dra. Nuria Berenguer Torrijo, licenciada en farmacia, doctora en Medicina Interna y especialista en Farmacia Hospitalaria, docente e investigadora de la Universidad San Jorge centrada en la farmacología clínica y asistencial; Estíbaliz Díaz Balboa, fisioterapeuta en rehabilitación cardio-oncológica en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, y Paula Álvarez Escribano, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer en Zaragoza.

En la segunda mesa, Sonia Sánchez Escobedo, subdirectora de enfermería de procesos médicos y pacientes críticos en el Hospital Universitario Miguel Servet; Marta Garín Alegre, médico de familia y especialista en rehabilitación del Hospital General de la Defensa con experiencia en rehabilitación oncológica; Dra. Marta San Miguel Pagola, fisioterapeuta, docente e investigadora del grado en Fisioterapia de la Universidad San Jorge; Berta Martinez Garrido, trabajadora social en la Asociación Española Contra el Cáncer en Zaragoza, y Dra. Irene Cantarero Villanueva, catedrática de la Universidad de Granada, docente e investigadora en el área de Fisioterapia oncológica.

En la tercera mesa, Dra. María Pilar López Royo, vicedecana del grado en Fisioterapia de la Universidad San Jorge; Dra. Elena Bescós Santana, médico especialista en Ginecología y Obstetricia encargada de la Unidad de Suelo Pélvico de Hospital Clínico Lozano Blesa y ginecóloga en Hospital Quirón, además de presidenta de la Asociación de Ginecología y Obstetricia Aragonesa; Dra. María Torres Lacomba, fisioterapeuta, catedrática universidad, directora del grupo investigación ”Fisioterapia en los procesos de la salud de la mujer (FPSM)” de la Universidad de Alcalá, además de presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud de la Mujer y Salud Pélvica (AEF-SAMU)); Dra. Virginia Prieto Gómez, investigadora en el grupo de FPSM de la Universidad de Alcalá y coordinadora de Fisioterapia de la Asociación Española contra el Cáncer, y Ana Isabel González Nogales, psicooncóloga y responsable del área de atención a pacientes y usuarios de la Asociación Española Contra el Cáncer en Aragón, además de profesora colaboradora del grado en Piscología de la Universidad San Jorge.