El pasado 4 de mayo, los alumnos de segundo de los Grados de Educación visitamos el Acuario fluvial de Zaragoza, que es el más grande de Europa.

Esta visita la realizamos dentro de las asignaturas «Recursos y Materiales en Educación Infantil» y «Teaching of Experimental Science», con Santiago Osácar y Maria José Gonzáles (los recursos para el aula y actividades que surgieron de aquí, os las enseñaremos próximamente 😉   )

Los acuarios son lugares excelentes para informar a la sociedad de todo lo relativo al mundo natural y de la necesidad de conservarlo. De ahí, la importancia de que conozcamos esta gran herramienta educativa que tenemos en nuestra ciudad.

Así pues, este Acuario Fluvial nos permite aprender de una forma divertida, experimental y acercándonos a la naturaleza mientras salimos de la rutina del aula. Se pretende enseñar divirtiendo al alumnado, inculcarles los valores conservacionistas, mostrarles los problemas con los que se encuentra el medio natural y buscar entre todos  las posibles soluciones.

Además, pudimos conocer especies muy llamativas y desconocidas para nosotros (normalmente solemos conocer más animales de agua salada que de agua dulce) y ahora sabemos que son igual de fantásticos o más.

También nos gustó mucho el final del recorrido en el que se enseñaba el impacto ambiental que tiene la contaminación en los ríos. Había una pecera con un pez y un montón de basura.

El guía nos dijo que toda la basura que había en esa pecera había sido esterilizada y estaba comprobado que no afectaba a los animales, pero la imagen visual que daba era realmente impactante. Así, llaman la atención e intentan concienciar a la sociedad

La visita a este acuario se completó con la charla de  otra guía muy amable, que nos hizo ver las infinitas posibilidades a nivel pedagógico que tiene el Acuario.

Esto nos proporcionó como docentes, otra perspectiva de la educación.

Por otra parte, estamos viendo la importancia de las salidas, tanto al acuario como a otros lugares, para el desarrollo educativo de los niños.

Así, consideramos que de ellas se puede extraer mucho conocimiento y que además es mucho más atractivo para los niños aprender algo que pueden ver o tocar.

Tanto desde el punto de vista de alumnos como desde el punto de vista de profesores, nos gustó mucho la visita y aprendimos muchas curiosidades de todos los animales del acuario.

Fue una experiencia muy buena y recomendamos encarecidamente a todos los profesores que vayan con sus alumnos.

 

Sara Lardiés y Marta Yera

Alumnas de Segundo de los Grados de Educación USJ