‘Traduciendo Frankenstein en palabras e imágenes’ centra el III Seminario de Investigación en Traducción Literaria Aurora Bernárdez

La Universidad San Jorge organizó ayer en el Edificio Grupo San Valero el III Seminario de Investigación en Traducción Literaria Aurora Bernárdez. La Universidad San Jorge custodia parte de la biblioteca personal de esta autora y traductora y, en este contexto, se han emprendido diferentes acciones con el objetivo de visibilizar su figura en el ámbito de la literatura.
Entre otras iniciativas, la USJ presentó este tercer seminario que incluyó una mesa redonda que abordó la traducción de un clásico de terror en dos facetas distintas pero complementarias: «Traduciendo Frankenstein: palabras e imágenes», con Antonio Méndez Rubio e Isidro Ferrer.
Antonio Méndez Rubio e Isidro Ferrer conversaron sobre las razones para volver a traducir y (re)interpretar un clásico y sobre el proceso creativo a la hora de traducir un texto a otra lengua escrita, pero también a imágenes. La mesa estuvo moderada por Irene Achón como directora del grado en Traducción y Comunicación Intercultural de la Universidad San Jorge.
Ante a pregunta de qué ha significado para ellos trabajar con un texto tan leído y estudiado, Antonio Méndez explicó que su relación con Frankenstein “es muy especial, ya que yo no veo el texto como un libro, lo vivo como un mundo dañado, que en algunos aspectos se corresponde con temas de plena actualidad”. También quiso compartir cómo ha entendido esta novela “más como un poema”, de modo que “mi intento fue rescatar esa zona lírica, que no es plenamente narrativa”.
Además, mostró cómo la novela focaliza “desde la mirada de la criatura, una mirada inocente y frágil que no entiende, y por eso es rechazada, porque no puede ser aceptada una mirada así en un mundo como éste”.
En este sentido, “mi manera de estructurar el texto se compara a las piezas que han dado vida a la criatura. Hay un hilo que intenta ser íntimo, pero que siempre está pendiente de cómo cada quién lo lea”.
Por su parte, Isidro Ferrer explicó que cuando se enfrentó a esta obra su cultura era totalmente visual y tenía una mirada falsa que no estaba sujeta al propósito de Mary Shelley. “Al leer el libro entre de lleno y me dejó muy perplejo, me rompió todos los esquemas y tuve que olvidarme de todo lo que sabía para empezar de cero”.
Según Ferrer, “se pone el foco en el inocente, pero me doy cuenta de que lo monstruoso no está en la criatura, si no en el creador. Convirtiendo a la criatura en una sombra, lo que genera es un miedo más permeable que lo grotesco de la apariencia”.
Tras la mesa redonda, se realizó una visita guiada a la exposición «Frankenstein. Escenografismos: Isidro Ferrer ilustra a Mary Shelley», instalada en el mismo Edificio Grupo San Valero y abierta al público hasta el 28 de septiembre.







