Presentación de Sudando Lágrimas, un libro que sumerge al lector en un viaje de conflictos internos y gestión emocional en la adolescencia

El pasado lunes, 3 de febrero, se presentó en la sala Ebro del Edificio Grupo San Valero el libro ‘Sudando Lágrimas’. El evento, organizado por Cultura USJ en colaboración con la revista Jot Down, contó con una conversación entre el autor y Marta Guarch-Rubio, directora del grado en Psicología de la Universidad San Jorge.
“El ser humano es social por naturaleza, y la pertenencia a grupos influye profundamente en nuestra vida”. Esta es una de las reflexiones que Marta Guarch, profesora de Psicología Social, destaca en relación con Sudando Lágrimas, la nueva obra de Daniel, un libro personal y emotivo que sumerge al lector en un viaje de conflictos internos y gestión emocional en la adolescencia.
La novela refleja las emociones y desafíos de la adolescencia a través de un protagonista que encuentra en el baloncesto su refugio. Para Daniel, el deporte ha sido una constante en su vida, un espacio de aprendizaje, superación y conexión con personas clave en su crecimiento. A través de esta historia, el autor expone cómo la práctica deportiva puede ser una vía para canalizar la frustración y la búsqueda de identidad en una etapa llena de cambios.
Además, la obra integra experiencias personales que enriquecen su narrativa: la relación con un hermano con discapacidad, el deseo de superación y la lucha por encontrar un lugar en el mundo. En un tono honesto y profundo, la novela también aborda la problemática del suicidio juvenil, humanizando esta realidad y generando empatía con quienes atraviesan situaciones similares.
Aunque no tiene prevista una segunda parte, Daniel considera que Sudando Lágrimas ha sido un proceso enriquecedor que le ha permitido crecer. Su gratitud hacia su familia y amigos es infinita, pues le han apoyado incondicionalmente en este viaje.
Finalmente, su mensaje a los adolescentes que atraviesan momentos difíciles es claro: es normal sentirse frustrado en una etapa de cambios constantes, pero es fundamental rodearse de personas que impulsen a ser uno mismo y alcanzar la mejor versión posible de uno mismo. "No estás solo, solo hay que saber dónde mirar", concluye Daniel.