Presentación del libro ‘Lo que me descubrió mi amigo Talento’, de Carlos Barraqué

El jueves 12 de junio de 2025, en un acto organizado por LID Editorial, Cultura USJ y la Librería París, se presentó el libro «Lo que me descubrió mi amigo Talento», de Carlos Barraqué, director del Área de Personas en Grupo Palacios Alimentación y un profesional con más de 30 años de experiencia en la gestión de recursos humanos. Durante la presentación conversó con Javier Pardo, asesor del Área de Empresas del Grupo San Valero.
Con la sala Ebro del Edificio Grupo San Valero rozando el lleno, y guiada por las preguntas de Javier Pardo, la charla pronto se animó y tomó la forma de una entrevista en la que Barraqué contestaba cada pregunta con profusión y multitud de detalles y anécdotas acumuladas en su dilatada trayectoria. Su libro trata de motivación y compromiso y, desde luego, son valores que él mismo transmite al expresarse.
Arrancó Pardo con las primeras y directas preguntas: «¿Es complicado el campo de los recursos humanos? ¿Recomendarías la profesión? ¿Se la recomendarías a tus hijos?». Barraqué no se escondió y fue rotundo al afirmar que «es una batalla complicada y, en principio, no se la recomendaría a mis hijos», confesó entre risas. «La gestión de personas es lo que más me ha ayudado a crecer, pero la dirección es difícil, y muchas veces se miran solo los números y la rentabilidad», lo cual dificulta el desarrollo de estrategias de dirección de personas de cara a los gerentes o directivos más centrados en las cifras.
En cuanto a sus mayores influencias, tanto en lo personal como en lo profesional, el autor reconoció claramente dos: Maslow, que le ayudó a comprender cómo los empleados pueden estar motivados por diferentes factores, desde las necesidades fisiológicas y de seguridad hasta las necesidades de reconocimiento y autorrealización, y sus padres, que tanto a él como a su hermano los educaron en positivo, desde la confianza y la autoestima.
El descubrimiento de Maslow y cómo su pirámide de prioridades podía aplicarse a la dirección de personas «fue un antes y un después. Si tú gestionas bien los equipos, si ayudas y motivas a las personas a dominar algo y les das confianza y responsabilidad, las personas te lo van a dar todo». También considera de gran importancia fomentar «la autoestima, dar feedback a las personas, agradecer el trabajo bien hecho». Y en todo ese proceso, para Barraqué son básicos dos aspectos: «Hacer un buen plan de acogida en la empresa y que la gente sepa qué es lo que hace y por qué lo hace».
Son muchos los conceptos que Carlos Barraqué destaca en la gestión de personas y los transmite con el convencimiento de quien vive su trabajo con pasión, y todos ellos los engloba en uno: la confianza. Y para conseguirla, el trabajo debe centrarse en «saber gestionar las emociones».
Coloca en un lugar central de los procesos a los líderes naturales que siempre hay en un grupo de personas y a los mandos intermedios de los equipos de trabajo. Ellos deben detectar y potenciar las necesidades de las personas con las que trabajan, darles responsabilidad y confianza. Se trata de un proceso largo, pero que repercute positivamente en el ambiente laboral y en la cuenta de resultados. Los líderes y los mandos, a su vez, «deben ser ejemplares», ya que, «si das confianza y ejemplo, la gente va a responder, va a trabajar bien y va a sentirse segura y cómoda en su desempeño sin necesidad de controlarla constantemente».
Pardo se interesó entonces por el talento, aceptando que todos tenemos alguno, pero dudó si «ese talento vale en cualquier sitio». Barraqué explicó que siempre se ha puesto el foco en que el trabajador encaje en la empresa, pero que en realidad es una necesidad recíproca, «como un tetris en el que es necesario que encajen las dos partes: trabajador y empresa».
Ahondando en la importancia del talento, «¿cómo se atrae? ¿cómo lo vinculamos a la empresa y lo hacemos crecer?», se preguntó Javier Pardo. El autor se explayó en su respuesta, resaltando que las organizaciones están compuestas por personas y hay que incidir en la necesidad de tener un buen plan de acogida, todo ello acompañado de una actitud de confianza, dar feedback a los trabajadores, potenciar el plan de formación y conocer sus necesidades y expectativas. Barraqué hizo un guiño a lo que él define como el «Método Barraqué, pero al que no le pongo el nombre por mí, sino por cómo nos educaron mis padres: desde la confianza y el compromiso», buscando la autorrealización de las personas.
Ya encarando el final de la charla, Carlos Barraqué compartió con los asistentes unas últimas reflexiones sobre las empresas: «La ventaja competitiva de las empresas son las personas. Si la gente viene feliz a la empresa, le encontrarás un sitio en la empresa. Lo importante es el cliente y las personas, y hay que saber dónde colocar a la gente para que sean felices y den lo mejor de sí. Un líder de dirección de personas debe saber gestionar las emociones». Para todo ello, «el liderazgo es la clave», y cerró con una afirmación que él ha aprendido con los años y la experiencia: «Si quieres cambiar algo, primero tienes que cambiar tú».
Al cierre del acto, hubo una sesión de firma de ejemplares donde Carlos Barraqué pudo compartir e intercambiar impresiones con el público que le acompañó durante la presentación.