Las estudiantes Ana Capalvo y Andrea Bernal nos presentan “La fiebre del FOMO”, la propuesta ganadora del concurso de creatividad MahouLab 2025

Ana Capalvo y Andrea Bernal, alumnas del grado en Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad San Jorge, se han alzado con la victoria en el MahouLab 2025, un concurso universitario de creatividad y estrategia.
En esta edición, Mahou y Excellence Lab han unido fuerzas para desafiar a más de 700 estudiantes en un reto profesional real, con el objetivo de conectar el talento emergente y el mundo profesional. Durante la iniciativa, los alumnos han trabajado sobre un briefing que ayudara a fortalecer la conexión de la marca con la Generación Z.
Más de 20 centros formativos en España han participado en este laboratorio creativo, donde los estudiantes han interactuado con profesionales del sector y han demostrado su creatividad estratégica.
Tras convertirse en el equipo representante de la Universidad San Jorge durante la fase interna, Ana y Andrea resultaron ganadoras de la final en Madrid con su propuesta “La fiebre del FOMO”, lo que les permitirá realizar una beca en el equipo de marketing de Mahou.
Charlamos con ellas para descubrir cómo han vivido esta experiencia:
¿Cómo conocisteis la iniciativa del Excellence Lab?
ANDREA. Conocimos la iniciativa a través de la universidad; incluso organizaron una sesión informativa en una de las asignaturas del grado en Publicidad y Relaciones Públicas. La convocatoria nos llamó mucho la atención y se sumó el hecho de que la final se iba a realizar en Madrid. Las dos pensamos que podía ser una experiencia única, y precisamente fue un poco el FOMO [risas] de poder ir a Madrid y vivir todo esto.
¿Cómo surgió la idea de centrar la propuesta en el fenómeno del FOMO?
ANA. Al principio estábamos muy atascadas con el concurso. Nos apuntamos en febrero y hasta finales de abril no conseguimos sacar nada; estábamos muy bloqueadas y pensábamos que ni siquiera íbamos a poder llegar a la final de Madrid. Pero un día nos sentamos las dos y empezamos a analizar las marcas que son líderes para la generación Z, e intentamos descifrar y analizar precisamente por qué lo son. Entendimos que la calidad, para nuestra generación, no está asociada a la calidad propiamente dicha; que los jóvenes lo que quieren es estar y participar en todo: el FOMO. Nos dimos cuenta de que este concepto se explota mucho en las redes sociales y que prácticamente los jóvenes de nuestra generación lo utilizan a diario, pero las grandes marcas apenas recurren a él como motor principal. Así que nosotras creímos que podía convertirse en un concepto muy potente para determinar esa calidad.
¿Qué apoyos tuvisteis durante la iniciativa?
ANA. Tuvimos el apoyo de Manu Viñas, el director del grado en Publicidad y Relaciones Públicas, y de María Romero, que es nuestra profesora de las asignaturas de Creatividad Publicitaria e Identidad e Imagen Corporativa. Ambos estuvieron disponibles para cualquier tutoría y cualquier gestión o duda que tuviésemos sobre el proyecto. También nos facilitaron un mentor desde el concurso. En nuestro caso fue Miguel Justribó. Es cierto que no utilizamos mucho ese recurso de mentoría, pero cuando ya teníamos acabada la propuesta, se la presentamos y le gustó mucho. Tuvimos una videollamada con él que fue de mucha ayuda. En ambos casos, tener ese feedback de la propuesta antes de presentarla en la final interna de la universidad nos sirvió mucho para saber cuál era el nivel de nuestro proyecto.
¿Qué elementos diferenciadores creéis que os ayudaron a alzaros con la victoria?
ANDREA. Sobre todo, la presentación. Utilizamos una voz creada por inteligencia artificial con la que nos íbamos intercalando. Fue un factor sorpresa que enganchó mucho a la gente durante nuestra propuesta.
¿Cuáles fueron los mayores retos a los que os enfrentasteis?
ANA. Al principio, cuando estábamos atascadas, todo nos parecía un reto [risas]. Pero una vez que encontramos la idea, el reto principal fue diseñar las bajadas del concepto a tierra y que fueran lo suficientemente buenas para un concurso de creatividad como este. Encontrar esa relación con respecto a la estrategia. Y también la presentación. Hacer que un jurado se acuerde de tu propuesta después de haber visto veinte presentaciones es todo un reto. Nosotras buscamos muchas ideas, analizando otro tipo de publicidades, consumimos contenido en redes, etc.
¿Qué ha significado para vosotras ganar entre más de 700 participantes de toda España?
ANDREA. Al principio no nos lo creíamos, porque nosotras solo íbamos con la ilusión de estar en una final en Madrid. Veíamos imposible ganar, así que haber conseguido este logro, la verdad, supone una motivación súper grande. Esto te impulsa a seguir queriendo crecer y no detenerte, a seguir formándote y darte cuenta de que se puede llegar lejos.
¿Qué expectativas tenéis de la beca de prácticas en Mahou?
ANDREA. Yo creo que vamos a aprender muchísimo y va a ser una experiencia increíble. Una empresa como Mahou nos puede ayudar a crecer mucho y, si encima conseguimos que nuestra propuesta se realice, pues sería todo un sueño.
¿Qué os lleváis de esta experiencia?
ANA. En el mundo de la publicidad, con nuestra edad, sobre todo, trabajar en este tipo de marcas es muy difícil, y además estudiando a la vez. Entonces creemos que este concurso nos ha dado muchísima visibilidad. Empezar con unas prácticas en una marca como esta y haber generado todos los contactos y conexiones que hemos generado en el concurso nos va a abrir muchas puertas y nos ayudará a desarrollarnos mejor.