Siempre tuve claro que quería estudiar farmacia. Mi padre es farmacéutico, así que cuando era pequeña pasaba más de un sábado en la farmacia con él. Luego, ya en el instituto, las asignaturas que más me interesaban eran biología y química, así que supongo que siempre fue la carrera más indicada para mí.

Sin embargo, una vez comencé el grado, nunca tuve claro a qué quería dedicarme en el futuro. Nunca descarté la oficina de farmacia y, al principio, también pensaba que la farmacia hospitalaria sería una buena opción, pero durante las prácticas en el hospital fui consciente de que no era lo mío. Durante el proyecto fin de grado me di cuenta de que no quería terminar la carrera y empezar a trabajar directamente con mi padre. Quería darle una oportunidad a la investigación.

Entonces, me concedieron una beca de iniciación a la investigación en la que se incluía un máster a elección. En ese momento no descartaba la oficina de farmacia, así que escogí el máster en Atención Farmacéutica y Farmacoterapia. Cuando terminé, conseguí la beca Marie Skłodowska-Curie y en septiembre de 2017 fui seleccionada para la posición en la Universidad de Helsinki.

Ahora estoy realizando el doctorado en la universidad de Helsinki, en la Facultad de Farmacia, en el equipo de investigación AIR (Anti-infective research). Formo parte de un consorcio europeo, Print-AID, acrónimo de Printable Anti-infective Devices. El objetivo es diseñar prótesis para fémur impresas en 3D, al igual que catéter intra traqueales, que eviten la formación de biofilms, comunidades de bacterias embebidas en una matriz que se clasifican como unas de las más resistentes.

Aunque la mayoría de las bacterias se encuentran de esta manera, los antibióticos convencionales solo suelen ser capaces de erradicar bacterias en forma planctónica (con una sola célula). Estos biofilms tienden a formarse usando una superficie como soporte, esa es la razón por la que cualquier tipo de prótesis tiene un riesgo aumentado de ser contaminado por ellos. Una vez infectado, la única solución es quitar la prótesis en sí, lo cual genera un gasto considerable, además del sufrimiento del paciente.

                       El consorcio europeo en el que trabajo

De este modo, el objetivo del consorcio es incorporar mediante impresión 3D moléculas novedosas en las prótesis antes citadas, ya sea mediante impresión directa o recubrimiento. En concreto, mi labor dentro del consorcio es la selección de los mejores prototipos desde el punto de vista microbiológico. Para ello he de desarrollar protocolos in vitro que se asemejen a lo que podría suceder en un escenario clínico, de este modo solo los mejores prototipos pasarán a ser testados in vivo.

Aunque mi contrato es hasta septiembre de 2020, seguramente me quedaré más tiempo en Finlandia. No tengo claro si buscar una posición de post-doctorado o hacer algún curso de formación para la industria, ya que la oferta laboral es mucho mayor en este sector. Otra de mis opciones es la docencia. Siempre me ha interesado, así que me gustaría poder aspirar a una posición que me permita compaginar la investigación con la enseñanza.

 

Echando la vista atrás, me acuerdo especialmente de las de Cristina García. Eran muy intensas, pero sin duda de la mejor formación que he recibido en la universidad. También recuerdo con cariño todas las amistades que hice. Con muchos de mis compañeros mantengo todavía una estrecha relación.

¡Os mando un fuerte abrazo! ¡Nos vemos pronto!