Cuando terminé el instituto, no tenía ni idea de qué es lo que quería estudiar a continuación. Yo pertenecía a la primera generación de mi familia que tenía acceso a la universidad, y es por ello que sentía que tenía que continuar con mis estudios, a pesar de no saber cuáles. Me decanté por estudiar un grado superior en comercio internacional, el cuál no disfruté en absoluto, pero me ayudó a averiguar qué es lo que quería hacer de verdad. Es ahí cuando apareció la Universidad San Jorge, que me permitía estudiar periodismo en Zaragoza. Mi sueño: convertirme en periodista deportivo.

Aquel era el sueño de muchos otros compañeros de aquel primer año, por lo que fue muy fácil crear un núcleo muy unido de estudiantes que perseguíamos la misma meta, y ayudarnos entre sí a crecer y aprender. Los talleres de radio impartidos por Carmen Marta Lazo o la asignatura de periodismo deportivo impartida por Joseba Bonaut Iriarte son algunas de las clases más enriquecedoras que recuerdo.

Aquella era la primera vez que asistía a clases impartidas con un ordenador personal portátil. Era el año 2006, y teclear apuntes en lugar de escribirlos en papel o subir trabajos y proyectos a la intranet eran conceptos que aprendí gracias a la USJ. Sentía que el futuro ya había llegado y que estaba en el lugar idóneo para catapultarme hacia el mundo laboral, pero la incertidumbre sobre qué es lo que verdaderamente quería hacer volvió a asaltarme.

Durante estos años me divertí mucho en las clases, conocí a muchos compañeros a los que ahora puedo llamar amigos, aprendí de grandes docentes, pero también descubrí que no me visualizaba a mí mismo como periodista en general. Seguía sin tener idea sobre qué quería hacer… Y es ahí cuando la USJ me brindó la oportunidad de mi vida.

En 2009, se nos ofreció a los estudiantes de Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas, la posibilidad de participar en un programa conocido como Europe in the World, durante el último año del grado, que se impartía en las universidades de Utrecht (Países Bajos) y Århus (Dinamarca) cada semestre. Era un programa dedicado a estudiantes de periodismo de todo el mundo, que se centraba en ofrecer una visión del periodismo con el foco puesto en la Unión Europea, especialmente sobre sus acuerdos e instituciones.

A pesar de no contemplar el periodismo como una opción verdadera de futuro para mí, sentí que mi tenacidad por terminar mis estudios y pertenecer a la gran familia de la USJ me habían servido en bandeja la posibilidad de conocer Europa, y de esta forma, abrirme un mayor número de posibilidades y oportunidades para seguir inspirándome hacia alcanzar el mundo laboral.

La experiencia fue tan enriquecedora que, tras el programa, decidirme instalarme en Países Bajos donde al principio ejercí diferentes trabajos de manera temporal. En 2011, un año después de haber llegado, conseguí entrar en Booking.com donde trabajo en la actualidad desde Ámsterdam. Tanto mi primer trabajo, en atención al cliente, como mi posición en la actualidad en Workforce Managment, no guardan relación alguna con mis estudios. Sin embargo, soy plenamente consciente que sin la USJ no habría sido capaz de trabajar en una empresa líder en su sector, ni de haber conocido el país al que hoy puedo llamar mi hogar.

Gracias a mi trabajo en Booking.com he tenido la posibilidad de crecer en todos los aspectos, y de conocer gente de países que ni siquiera sabía localizar bien en el mapa, y que ahora forman parte de mi círculo más próximo. También tuve la posibilidad de trabajar un año en Berlín, en una de las oficinas locales, extendiendo así mi experiencia laboral a otros países de Europa.

Sigo sin tener respuesta a qué quiero ser de mayor, pero quizá no exista tal respuesta para mí, y la vida se trate de ir adaptándose a aquello se te va ofreciendo por el camino, aprendiendo a identificar con qué etapas te sientes más cómodo o más feliz. Para mí, gran parte de ser feliz guarda relación con vivir en Ámsterdam, dónde conocí a mi mujer, y trabajar en una empresa que me valora y me ofrece oportunidades de todo tipo. Es por ello que, si te sientes identificado con mi parte de la historia, en la que hay mucha incertidumbre sobre qué quieres hacer, te animo a que sigas alerta, ya que las oportunidades estarán a la vuelta de la esquina, y nunca sabes hacia dónde te pueden llevar.

Cuando miro hacia atrás y analizo mis pasos, sé que todo comenzó en la USJ. Familia a la que ahora tienes la suerte de pertenecer. La mía fue una de sus primeras promociones y en la actualidad observo como alguno de mis compañeros son hoy grandes profesionales. Unos alcanzaron su sueño, otros, como yo, adaptaron su ambición a diferentes metas, pero todos guardamos algo en común. Aquellos alumnos ayudamos a esta institución a afianzarse e inspiramos a nuevas generaciones de aragoneses, que antes tenían que salir de su casa para tener opciones reales a la hora de estudiar. Ahora la universidad no solo es referencia para alumnos de la comunidad, sino que recibe alumnos de todo el país y de todas las partes del mundo, y es para mí uno orgullo haber sido parte de aquellas etapas iniciales.

Es por ello que para mí es todo un honor dirigirme a toda la comunidad de la USJ. Tanto a alumnos como a profesores, y desearos mucha inspiración para que sigáis persiguiendo aquello que deseéis. Desde Ámsterdam, os manda un cariñoso abrazo, uno de sus primeros alumnos.