Ana Ureña, Ana Garrido y Lucía Almalé organizaron una charla con ATADES para animar a estudiantes de Enfermería y Psicología de la USJ a hacerse voluntarios

Las alumnas de 1º de Enfermería Ana Ureña, Ana Garrido y Lucía Almalé organizaron una charla para dar a conocer la asociación ATADES a los estudiantes de Enfermería y Psicología. Lo que comenzó como un trabajo de clase se materializó, gracias a la proactividad de las alumnas, en un encuentro en el que José Ramón Roldán, director de Proyectos y Servicios, y Beatriz Moreno, responsable de Voluntariado, explicaron a los jóvenes todas las actividades y servicios que ofrece la asociación.

“El trabajo de clase consistía en seleccionar una asociación e investigar sobre ella para explicar su labor, su público, el tipo de actividades que realizan, etc. Posteriormente, teníamos que plantear una acción o proyecto de colaboración en beneficio de la organización elegida”, explica Ana Ureña. “No hacía falta llevarlo a cabo, pero nosotras decidimos hacerlo”, agrega Lucía Almalé. «La acogida por parte de la universidad fue buenísima y estamos muy agradecidas. Los profesores Sergio Galarreta, Marta Guarch y Cayetano Fernández estuvieron muy atentos y se implicaron muchísimo», detalla Ana.

Las alumnas destacan que se sorprendieron al conocer todos los ámbitos en los que trabaja ATADES.  “Tienen colegios y residencias, hacen muchísimas actividades que a veces la gente no conoce, tienen un club de ocio y tiempo libre…”, enumera Ureña.

Este descubrimiento y su altruismo les llevó a implicarse mucho más con la asociación hasta el punto de que una de ellas, Lucía Almalé, se ha hecho voluntaria y ha participado en varias actividades, como una visita al museo de origami, yincanas en el centro de ATADES o en un juego de láser tag.

“Primero fui porque, debido al trabajo, queríamos grabar un vídeo y ver de cerca lo que hacían. Pero me gustó tanto y me lo pasé tan bien, que me apunté”, recuerda. “Me abrió mucho la mente y me di cuenta de muchas cosas que antes no veía. Quizás antes creía que todo el mundo podía hacer cualquier cosa y ahora sé que hay personas a las que les cuesta más, pero que, con muy poquito, les puedes ayudar”, agrega.

“Tuvieron mucho interés real por la entidad y por participar con nosotros, más allá del trabajo, y se lo agradecemos mucho”, reconoce Beatriz Moreno. “Nos parece maravilloso que las propias alumnas sean proactivas con iniciativas como esta”, añade José Ramón Roldán. Además, esta actividad de difusión llega en un momento perfecto para ATADES, puesto que, debido a la pandemia de la covid19, el número de voluntarios ha disminuido por la paralización de las actividades. Sin embargo, ahora se están retomando progresivamente y se hace necesaria la participación de más personas voluntarias.

Lucía Almalé: «Ser voluntaria me abrió mucho la mente  y me hizo darme cuenta de muchas cosas que antes no veía. Quizás antes creía que todo el mundo podía hacer cualquier cosa y ahora sé que hay personas a las que les cuesta más, pero que, con muy poquito, les puedes ayudar”.

Club de Ocio y Tiempo Libre “Los Tigres”

Las estudiantes de Enfermería centraron su trabajo en el Club de Ocio y Tiempo Libre (CTL) “Los Tigres”, el primer CTL específico para personas con discapacidad intelectual de Aragón cuyo objetivo, según Roldán, es “favorecer la inclusión en la comunidad a través de acciones de ocio normalizado con los participantes y servir de respiro familiar”.

Entre sus actividades se encuentran los talleres diarios desarrollados entre semana de 18 a 21h y que giran sobre temáticas como expresión corporal, artes plásticas, cocina, zumba, informática, comunicación audiovisual, etc. Normalmente están liderados por dos voluntarios respaldados por técnicos del club.

Durante el fin de semana, los sábados se organizan actividades por la mañana y por la tarde, tanto dentro de las instalaciones de ATADES (yincanas, conciertos, concursos, etc.), como fuera (teatro, museos, bolera, ferias, etc.). “La función de los voluntarios en estas actividades es el acompañamiento y la dinamización. Es una buena forma de comenzar y probar, ya que el compromiso es menor que en otras actividades y la confirmación del voluntario se realiza semanalmente”, explica Beatriz.

Además, también realizan viajes algunos findes de semana, acampadas y colonias de verano. “Realizamos casi todas las actividades que puede hacer cualquier persona”, resume José Ramón. Y es que, tal como explica Beatriz, “puesto que somos seres sociales por naturaleza, el ocio es una parte fundamental para el desarrollo vital de cualquier persona” y para ellos “el Club es el lugar de encuentro con sus amigos, donde disfrutan y se divierten”.

Sesión informativa sobre ATADES en la USJ.

El papel de los enfermeros y los psicólogos

Todos los perfiles pueden colaborar haciendo voluntariado y sacar aprendizajes personales y profesionales. “Amplias miras, pensamientos, conoces gente diferente y peculiar. Es una dosis de humildad y de sentirte parte de un grupo, de un equipo, que, de manera organizada, hace funcionar una maquinaria potente. Una maquinaria humana que transforma lo básico en mágico”, destaca José Ramón.

Sin embargo, es cierto que las personas vinculadas al ámbito sociosanitario pueden ocupar en este tipo de asociaciones un lugar importante y encontrar, al mismo tiempo, una fuente de conocimiento para aplicar en su día a día laboral. “El voluntariado en ATADES te permite adquirir experiencia tratando con diferentes tipos de personas. Cada uno es especial y tiene unas dificultades particulares, y en la enfermería vamos a tener que tratar con todo tipo de pacientes. Así que, con el voluntariado podemos aprender a tratar mejor a todas las personas”, menciona Ana Garrido.

Por su parte, José Ramón explica que siempre es necesario más personal sanitario en colonias y acampadas. “Los conocimientos en psicología pueden ayudar a comprender mejor determinadas reacciones o conductas en algunos de nuestros pacientes en momento concretos de mayor tensión o ansiedad, o cambios en la medicación”, ejemplifica.

José Ramón Roldán: «Cuando eres voluntario amplias miras, pensamientos, conoces gente diferente y peculiar. Es una dosis de humildad y de sentirte parte de un grupo, de un equipo, que, de manera organizada, hace funcionar una maquinaria potente. Una maquinaria humana que transforma lo básico en mágico”.

El camino hacia la inclusión y la integración

José Ramón opina que, aunque queda mucho trabajo para conseguir una sociedad inclusiva, “se ha evolucionado mucho en los últimos años, pasando de modelos asistencialistas basados en la caridad y la beneficencia, a otros modelos donde cobra especial relevancia la persona y su participación activa durante su itinerario vital en interacción con la comunidad”.

En este camino “la educación en valores humanos y en el trato adecuado a la diversidad en edades escolares y en entornos formativos es fundamental”, declara José Ramón. “En muchas ocasiones, la sociedad todavía desconoce cómo dirigirse o relacionarse con personas con discapacidad intelectual y creo que la base para lograrlo es la educación, tanto desde los centros en las diferentes etapas educativas, como cada uno de nosotros con su entorno y con nuestras actuaciones diarias”, argumenta Beatriz.