La profesora de la Universidad San Jorge Laura Mesones ha diseñado una propuesta artística para que los niños internos en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza puedan hacer frente a los próximos meses desarrollando su creatividad y dejando volar su imaginación. Su objetivo es dar unas pequeñas alas artísticas a los más pequeños para que puedan sobrellevar esa dura experiencia.

Esta actividad surgió gracias a la iniciativa de la profesora de la Universidad San Jorge Manuela Catalá, que colabora desde hace años con el Aula Hospitalaria. «Manuela me transmitió la entrega de todos los profesionales que trabajan allí y el valor que tiene para los niños este tipo de talleres”.

¿En qué consiste ‘Un verano con arte’ y a quién va dirigido?

‘Un verano con arte’ son unos vídeo-talleres con ideas y recursos prácticos para poder realizar creaciones artísticas flexibles y abiertas, que invitan a la creación de narrativas.

Hay tres grupos de edad a los que va dirigido: Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria. En cualquier caso, las propuestas son adaptables a todas las edades con un poco de práctica e imaginación. Los trucos que planteo han sido probados y validados a lo largo de los años con niños de diferentes edades, aunque la creación de estos talleres es específica para esta ocasión.

En total son 4 vídeos:

Los dos primeros inspiran a crear historias e ilustrarlas en varios formatos de libros con cierto componente de sorpresa y colaboración.

El tercero da trucos e invita a montar escenarios y poder jugar con los dibujos, fomentando la creatividad artística en el juego simbólico y teatral.

El último está enfocado a tentar a escribir, abocetar y diseñar personajes. Está inspirado en las técnicas creativas que realizamos en producción los artistas de videojuegos o de películas de animación. El profesional Concept Artist es quien da forma visual a las ideas y es actualmente una profesión artística muy demandada y valorada. En este vídeo se dan pinceladas de algunas estrategias que llevamos a cabo en el sector y que considero que pueden ser muy atractivas para adolescentes.

¿Cuál es el objetivo de estos talleres?

Mi misión es que los niños desarrollen la creatividad y lo narrativo de una manera sencilla y con materiales accesibles y cotidianos de manera que puedan seguir practicando estas técnicas en el futuro.

Mi finalidad como artista y como docente es naturalizar y acercar el proceso creativo visual a todo aquel que quiera o tenga inquietud para ello. La clave es combinar pequeños retos creativos o resolución de problemas, con momentos de fluidez y relajación, pero sobre todo poner el foco en disfrutar el proceso y celebrar los logros, por encima del producto-resultado.

La capacidad creativa artística es como cualquier otra: con práctica se mejora y se aprende, a pesar de que haya gente que naturalmente esté mejor predispuesta, es importante que desmitifiquemos y acerquemos el arte a la sociedad para que sea una herramienta más cotidiana.

Creo que todo el mundo puede dibujar, igual todo el mundo aprende a escribir. Actualmente, estamos viviendo un boom de plataformas audiovisuales digitales con series, películas y videojuegos que suponen una oportunidad para para poder dar el salto y que lo artístico tenga una mayor presencia en nuestras vidas.

¿Qué te ha aportado personalmente este proyecto?

Esta experiencia me ha abierto una puerta para poder ayudar y poner un poco de magia y color en las vidas de los pacientes y sus familias. ¿Qué puede haber más gratificante?

De entrada, concienciarme de la dura experiencia que debe ser para estos niños pasar el verano en el hospital. Lo cierto es que nunca había pasado tanto tiempo reflexionando sobre ello.

Los artistas, por nuestras inquietudes, podemos pasar mucho tiempo a solas con un simple papel y un boli. Quería poder ayudar a darles esa libertad y esa vía de escape con estos talleres.

También me ha ayudado a minimizar mi intervención y dar trucos muy abiertos y concretos, ya que los niños realizan los talleres de manera autónoma. Me ha hecho pensar en qué es lo mínimo necesario para poder desarrollar la creatividad y narrativas visuales.

Esta experiencia me ha abierto una puerta para poder ayudar y poner un poco de magia y color en las vidas de estos inocentes y sus familias. ¿Qué puede haber más gratificante?