Ignacio Lasierra, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad San Jorge, formó parte del equipo de dirección de ‘Las Niñas’, ópera prima de la directora Pilar Palomero.  Ha escrito y dirigido cortometrajes como Al otro lado (2002), Rastro (2006), Salomón (2008), La granja (2011), Mi tío Ramón (2015) y La comulgante (2018), que han recibido más de 40 premios en los diferentes festivales en los que ha participado.

¿Cómo has vivido la noticia de los cuatro premios Goya de Las Niñas?

Lo vivimos con muchísima alegría. Sabíamos que estar ahí ya era un premio, pero cuando dijeron que Las niñas había ganado el premio a mejor película, no pudimos contener la emoción. Toda película supone un gran viaje. Y acabarlo de esta manera, ha sido extraordinario para todo el equipo que hemos formado parte de la película.

 ¿Intuías que se convertiría en una de las protagonistas de la gala?

Sabíamos que el guion de Las niñas y la mirada de Pilar era muy especial y que estábamos trabajando con una historia muy potente y singular, llena de honestidad y sensibilidad. La base estaba ahí. Lo que ha llegado después, es totalmente impredecible.

¿Qué aspectos de este largometraje crees que han influido en la obtención de estos cuatro premios?

Por encima de todo, como te comento, la mirada de su directora. Pilar lleva muchos años formándose, trabajando y explorando el medio cinematográfico y su película es el fruto de años de preparación. También creo que hay un gran trabajo por parte de Valérie Delpierre, Inicia Films, y de Álex Lafuente, BTeam Pictures, así como de sus equipos. Ese respaldo, desde el desarrollo del guion, hasta la exhibición de la película, resulta fundamental para que una película como Las niñas llegue hasta donde ha llegado.

¿Cómo influye en los estudiantes ver que películas tan cercanas alcanzan tanta repercusión?

Creo que cuando estás formándote, tener referentes cercanos es importante. En este caso, además, tener como referente a una directora joven y aragonesa, creo que es fundamental. Todos necesitamos de referentes para formarnos, y  ojalá Las niñas inspire nuestros alumnos, como otras películas han inspirado a Pilar en su camino hasta aquí.  

¿Qué valores intentas trasmitir en tus clases?

En general, intento transmitir que dedicarse al medio cinematográfico requiere mucha pasión, algo de vocación, grandes dosis de resistencia, un poco de fe y cierta formación.  Por otra parte, rodar películas no deja de ser un oficio, y en ese aspecto, la experiencia práctica en diferentes rodajes es fundamental para comprender, desde dentro, cómo se ruedan las películas y cuáles son los procesos habituales de cualquier rodaje.

¿Cómo valoras el importante reconocimiento que se está dando a los jóvenes profesionales?

Es natural que la industria cinematográfica empiece a integrar el talento joven y sea permeable a la entrada a nuevas directoras y directores. Este año, de las cinco películas nominadas a mejor película, dos estaban dirigidas por directores nóveles. Creo que eso es una gran noticia para el sector. Por otra parte, ¡queda aún tanto por cambiar! Fíjate, han tenido que pasar 35 ediciones de Goya, para que una directora de fotografía, como Daniela Cajías, reciba el premio en su categoría.

Aragón siempre ha sido cuna del cine, pero ocasiones como esta permiten dar visibilidad al talento de esta tierra.

Talento hay mucho y ojalá que se siga visibilizando en el futuro. Creo que Aragón está mejor que hace una década en cuanto al sector cinematográfico se refiere, pero la visibilidad de ese talento solo llegará si se sigue apostando de forma firme. Y en este aspecto queda mucho por hacer. A todos nos gusta poder rodar en la comunidad donde vivimos o tenemos nuestras raíces y Aragón ofrece infinitas posibilidades, pero exige una apuesta mucho más firme y decidida por parte de las instituciones y administraciones públicas, de lo contrario, el talento acabará por desarrollarse fuera de Aragón.

Está en la mano de todos construir ese camino y trabajar conjuntamente creo que es la mejor forma en la que le podemos dar verdadero sentido a ese lema que reza: “Aragón: tierra de cine”. Ojalá la visibilidad que está teniendo Las niñas, también sirva para seguir creyendo que sí es posible que el talento se desarrolle en esta tierra.