La Universidad San Jorge celebró ayer la tercera edición de la jornada sobre discapacidad, que este año analizó los ‘Modelos de apoyo y buenas prácticas en la transición de la vida adulta de personas con discapacidad’.

Durante esta jornada, representantes de ATADES, Down Zaragoza, Fundación DFA y ONCE abordaron los servicios de apoyo a este colectivo, así como los programas de cualificación a los que pueden acogerse.

El evento comenzó con la bienvenida del secretario general de la Universidad, Ismael Jorcano, que explicó el Servicio de Apoyo para Estudiantes con Necesidades Específicas (SAENE) del que dispone la USJ, cuya misión es generar protocolos y estrategias para asegurar la accesibilidad a los medios educativos de estudiantes con algún tipo de discapacidad o dificultad para la plena participación en los diferentes proyectos educativos.

Posteriormente, José Ramón Roldán, director de Proyectos y Servicios ATADES, compartió con los asistentes cómo es el funcionamiento y estructura de esta institución, recalcando que en el día a día es “vital la relación entre el tejido social, la universidad y el alumnado, así como la participación activa en nuevos proyectos que contribuyan al beneficio a la sociedad”.

En su exposición, también señaló las principales claves para diseñar y trabajar la transición a la vida adulta de personas con discapacidad psíquica, pluridiscapacidad, trastorno del espectro autista, etc. Entre ellas, proporcionar asistencia, servicios, formación y apoyos necesarios para disfrutar de una vida plena.

A continuación, Laura Roda, directora del centro ocupacional y Lourdes Roda, directora del centro de personas adultas de Down Zaragoza, expresaron la necesidad de trabajar en equipo y en red, teniendo siempre en cuenta la opinión de la persona con discapacidad. “Cuando eres adulto empiezas a tomar decisiones y, en ocasiones, las personas con discapacidad no tienen esa libertad”, explica Laura Roda.

Por su parte, Lourdes Roda añade que “hay que enseñarles a tomar decisiones y a conocer cuáles son sus motivaciones, además, hay que entrenarles en habilidades sociales y gestión emocional para afianzar su rol de adulto”.

Tras esta intervención, tomó la palabra Cecilia Solé Pitarch, coordinadora de los programas de cualificación inicial de la Fundación DFA. En su ponencia destacó la importancia de la actividad sociocultural y la necesidad de “organizar proyectos para que las personas con discapacidad puedan disfrutar del ocio y que en los espacios no existan barreras arquitectónicas, ni visuales, ni intelectuales».  A su vez, puso de manifiesto la importancia de la formación y la acción tutorial ya que “solo cambiando la mirada, cambiaremos el mundo”.

Finalmente, se celebró una ponencia sobre ‘Promoción de la autonomía de las personas con discapacidad visual mediante accesibilidad’ a cargo de Rosa Mª Lagrava, técnico de rehabilitación e Isabella Marie Mosquera, instructora en tiflotecnología en ONCE.

En sus discursos analizaron no solo la accesibilidad visual, sino también la auditiva y la táctil, que sirven para facilitar, orientar y ayudar a las personas con discapacidad visual. Asimismo,  hablaron de cómo las nuevas tecnologías contribuyen al bienestar y la autonomía de este colectivo.

En este sentido, Rosa Mª Lagrava señaló que “muchas veces, el entorno limita más que las circunstancias personales”.  

El evento concluyó con una mesa redonda para compartir inquietudes e interactuar con los asistentes.