El ciclo de Bioética del cuidado al final de la vida contó ayer con la presencia de la neonatóloga del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona Ana Martín Ancel, quien compartió con los asistentes su experiencia profesional en cuidados paliativos ante el diagnóstico de enfermedades prenatales graves, que limitan la vida del feto y del bebé.

En su intervención contó que lo más importante es que el feto o recién nacido viva lo mejor posible “ya que es un tiempo para amar y para acompañar al hijo hasta el último momento de vida”.

Según explicó, la pérdida de un hijo durante el embarazo, en el momento del nacimiento o poco después “es una situación muy difícil y cada vez hay más conciencia de la necesidad de un acompañamiento integral al feto y la familia», que se enfrenta a una situación «desconocida, vulnerable e intensa».

Frente a esta situación, «se están creando equipos interdisciplinares para atender de forma más personalizada y ofrecer ayuda, desde una preparación al parto individualizada, hasta la opción de construir memorias a través de un diario de gestación, la grabación del latido del bebé o la posibilidad de hacer piel con piel el tiempo que requieran los padres para poder despedirse”.

Asimismo, la neonatóloga expuso las principales patologías que requieren cuidados paliativos perinatales, como nacer antes de la semana 23, tener un diagnóstico de enfermedad progresiva e irreversible, prematuridad extrema o ciertas cardiopatías, entre otras.

En estos casos, la manera de abordar el diagnóstico por parte de las familias es muy distinta, y cada uno de ellos pasa por distintas fases que incluyen aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales o religiosos.

No obstante, la ponente considera que todavía «queda mucho recorrido» en este campo asistencial ya que cuando un feto es diagnosticado de una enfermedad limitante o amenazante de la vida, las familias aún «se encuentran solas» y no saben cómo enfrentarse a esta realidad  y al posterior duelo. Asimismo, también afirmó que hay que tener en cuenta “la fuerza de las palabras” y cómo los profesionales transmiten a las familias el diagnóstico.

Durante este evento, la ponente estuvo acompañada por la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge, Laura Zaurín, y por el coordinador del ciclo, Rogelio Altisent.

Zaurín recalcó la dureza de estos diagnósticos ya que “es difícil prepararse para la muerte, en el mismo momento en el que estás creando vida”.  

Por su parte, Rogelio Altisent aseguró que este tipo de cuidados son algo novedoso, pero que cada vez surgen más equipos dedicados a los paliativos perinatales, presentes en todos los grandes hospitales de España.

Ana Martín ofreció también una charla a los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge y hoy se reunirá con profesionales en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.