Rocío Ortega, antigua alumna de Periodismo de la USJ, creó, junto con la diseñadora oscense Paula Berdiel, el proyecto cultural y artístico sin ánimo de lucro Historias de una pandemia. Bajo la premisa “Detrás de cada ventana hay siempre una historia que merece ser contada”, las dos jóvenes emprendedoras crearon este proyecto que recoge ilustraciones, fotografías, dibujos infantiles y relatos cortos sobre las vivencias de toda la sociedad durante el tiempo de confinamiento.

“Es un proyecto digital y artístico con una base emocional, en la que cobran vida los sentimientos y vivencias de una generación que nunca había vivido algo similar”, explica Rocío. “Buscamos historias, en formato de relato, fotografías o ilustraciones que nos ayuden a crear algo emocionante y creativo, que de alguna manera deje marca en la historia de lo que hemos vivido y sentido con esta pandemia”, añade Paula.

El objetivo final, según sus impulsoras, es plasmar visual y artísticamente la situación actual recogiendo los sentimientos y emociones del mayor número de personas posibles para abarcar a todos los colectivos y situaciones que se están dando durante la crisis del COVID-19. “Dentro de un tiempo, nos encantaría poder contar que gracias a la implicación de la población salió algo tan bonito que pudimos hacer un libro creado por todos”, declaran.

Actualmente, las obras recibidas se publican en su cuenta de Instagram y cualquier persona puede enviar su creación al email historiasdeunapandemia@gmail.com. Hasta el momento cuentan con más de 40 historias, entre fotografías, dibujos y relatos.

Ilustración «Autocuidado» de Virginia Hidalgo (Huesca) para Historias de una pandemia.

Ilutración de Noelia Medina para Historias de una pandemia

“Llevamos apenas un mes en funcionamiento y, a pesar de ser un momento difícil donde las emociones afloran, sabemos que cuesta encontrar un momento al día, para parar, reflexionar y disponerse a crear o a expresar lo que se siente. No obstante, seguimos animando cada día desde las redes sociales a hacerlo”, afirma Rocío.

Cuando termine el aislamiento social, el objetivo de las dos jóvenes es organizar una exposición visual, emocional y artística que nazca en Huesca con la posibilidad de trasladarla posteriormente en otros puntos geográficos.

Los primeros pasos

Sin saberlo y sin conocerse, Rocío y Paula comenzaron a trabajar en un proyecto similar cuando comenzó el estado de alarma. Tras lanzar en redes sociales sus respectivas ideas, coincidieron y se pusieron en contacto para aunar fuerzas y crear “Historias de una pandemia”.

“Somos el ejemplo de que cuando dos personas comparten la misma ilusión e implicación se pueden crear cosas maravillosas”, declara Paula. Así pues, en menos de una semana, a distancia y sin conocerse, terminaron el vídeo presentación del proyecto y dieron una imagen profesional a las redes sociales.

“Trabajamos todos los días en este proyecto sin ánimo de lucro, compaginándolo con nuestros otros deberes profesionales. Estamos deseando poder salir del confinamiento y conocernos en persona para celebrarlo. Ha sido una bonita coincidencia que nos ha regalado esta situación y que no olvidaremos”, manifiesta Rocío.

Relato de Borja (Huesca) para Historias de una pandemia.

Relato de Laura (Madrid y Huesca) para Historias de una pandemia.