Las alumnas de los grados en Educación Primaria y Educación Infantil Andrea Campo, Irene Cuevas, Montse Masmano, María Millán, Marta Andrés y Maite Lacabe han participado en una actividad de voluntariado organizada por la profesora Manuela Catalá en la que han grabado un conjunto de audiocuentos para los niños hospitalizados que forman parte del Aula Hospitalaria del Hospital Infantil Miguel Servet.

Tras haber realizado otras actividades con el Aula durante otros cursos académicos, la docente tenía pendiente desarrollar una sesión presencial este año, pero debido a la clausura del Aula por el COVID-19, adaptó la actividad para realizarla de manera no presencial y la planteó al alumnado como una acción solidaria vinculada a su materia, Lengua Española.

“Desde que Manuela nos comentó la labor de las aulas hospitalarias, mi interés por formar parte de ellas ha incrementado. Siempre he dicho que la docencia es una profesión gratificante que requiere mucha pasión y trabajar en este ámbito concreto, por muy duro que sea, lo es todavía más”, manifiesta la alumna Maite Lacabe.

Para Irene Cuevas fue una ocasión perfecta para contar historias “con ilusión y cariño, acercar el valor de la lectura a los más pequeños y animarlos a descubrir la magia de los cuentos”. Además, tal como declara Andrea Campo, fue una oportunidad “para poner en práctica” sus habilidades “como futuras docentes”.

Manuela Catalá asegura que el esfuerzo de las alumnas ha sido “muy valioso” y realizado “con mucho cariño”. Además, cuenta que los maestros del Aula Hospitalaria “están encantados” y les han solicitado alguna actividad complementaria sobre la temática de los cuentos.

La alumna Marta Andrés contando el libro «El koala que pudo» a los niños del Aula Hospitalaria.

Actividad solidaria y humana

Más allá de ser una actividad de voluntariado dentro del ámbito académico, es una manera de ayudar a niños y familias que atraviesan un momento complicado. “La universidad forma parte de la sociedad, de toda la sociedad, y tiene que estar siempre disponible para ofrecer todo lo que tiene, que es mucho, intelectual y humanamente”, opina Manuela.

Para las alumnas ha sido una acción que les ha permitido desarrollar su lado más humano y solidario.  “Conocía el Aula Hospitalaria porque estuve ingresada una temporada e iba todos los días. Recordé cómo me gustaba que me contaran cuentos cuando estaba allí y decidí participar porque siento que ayudo a que los niños tengan un momento de desconexión”, declara la alumna Marta Andrés. “Te das aún más cuenta de qué cosas importan y cuáles no merecen nuestro tiempo. Estas experiencias nos hacen personas más maduras, humanitarias y solidarias”, añade María Millán.

Montse Masmano opina que estas actividades son fundamentales para que los niños afronten “con una sonrisa los tratamientos que reciben” en el hospital. “Es una medicina muy importante: una sonrisa hace milagros”, asegura.

La importancia de los cuentos

El cuento, según Manuela Catalá, es “el viaje, la ventana, la posibilidad de soñar, de pensar en otros mundos, de conocer”, asegura. “Es un recurso indispensable para el descubrimiento y para no perder esa magia y fantasía tan esencial en la infancia y a cualquier edad”, añade.

Las estudiantes Irene Cuevas y Maite Lacabe destacan sus beneficios: desarrollo de la empatía, capacidad de escucha, cooperación, mejora de la compresión oral, adquisición de vocabulario, desarrollo del lenguaje, capacidad de retención de información y pensamiento, etc.

Además, las estudiantes también vinculan los cuentos al desarrollo de valores humanos y éticos desde etapas tempranas. “El niño usa la fantasía que ofrecen los cuentos para conseguir comprender, interpretar y recrear el mundo que lo rodea.” opina Montse Masmano.

La alumna María Millán mostrando a los niños del Aula Hospitalaria un cuento que se ilumina.

Para María Millán, “gracias a los cuentos los niños entienden historias y aprenden moralejas que con explicaciones normales no comprenderían”. Incluso, en algunos casos, añade Andrea Campo, “ellos mismos pueden verse reflejados en algunos personajes, haciéndoles reflexionar y encontrar un mensaje que los lleve a comprender la forma en la que deben actuar”.

La función del Aula Hospitalaria

El Aula Hospitalaria del Hospital Miguel Servet es un servicio del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón que ofrece atención educativa a los niños y niñas hospitalizados de 3 a 16 años. Dirigida por docentes, el objetivo es dar al alumnado hospitalizado una continuidad en su desarrollo educativo apoyándoles emocionalmente y facilitando su integración socioafectiva.

Las alumnas de la USJ que participaron en la actividad son conscientes de la importante labor que realiza el Aula Hospitalaria y destacan su dedicación y apoyo. “Si los colegios ya son fundamentales, el Aula Hospitalaria es imprescindible. Los docentes del aula garantizan la atención integral al niño hospitalizado, son el punto de conexión con su centro y llevan a cabo la labor educativa. Hacen del Aula Hospitalaria un lugar seguro y normal para el niño, que además de la función docente, tiene un significado de relación e integración”, declara María Millán.

“El Aula hace una gran labor educativa y social al ayudar a que los niños con problemas de salud puedan seguir el ritmo académico y, sobre todo, permanecer en el sistema educativo, ya que todos los niños tienen derecho a la educación”, agrega Andrea Campo.

Por su parte, la docente Manuela Catalá, también entiende el Aula como un “recurso de socialización con otros niños, de evasión y de aprendizaje compartido en un momento de sus vidas donde todo se les ha puesto patas arriba”. Además, destaca la participación de las familias en las actividades y el beneficio que supone para ellas.

Otras actividades con el Aula Hospitalaria

“Dicen que las mejores cosas se encuentran por casualidad”, comenta Manuela Catalá. De esta manera la profesora se encontró con el Aula Hospitalaria del Hospital Miguel Servet. “El lugar me inspiró mucho y decidí brindarles mi colaboración”, recuerda. Otros docentes y personal técnico de la universidad decidieron unirse realizando actividades con los niños y sus familias.

Desde el Archivo Jalón Ángel se hicieron talleres de fotografía donde participaron las familias de los niños hospitalizados, desde el grado en Arquitectura se impartieron sesiones con máquinas 3D vinculadas a los juegos y desde el servicio de Actividades Culturales se desarrollaron talleres artísticos y se facilitaron recursos para el blog.

“Por mi parte, hice una actividad, a partir de un rap, para crear unas tarjetas con rimas llamadas “Adivinajetas”, sesiones de cuentacuentos sobre dragones y actividades vinculadas a esta temática”, recuerda Manuela.

Actividad de Adivinajetas realizada con el Aula Hospitalaria.

Actividad de cuentos y dragones con el Aula Hospitalaria.