Héctor Lasanta, egresado de Fisioterapia de la promoción 2013, hizo realidad el pasado mes de junio una idea que llevaba años gestándose en su cabeza: crear el centro de salud y deporte más completo de Zaragoza. Con confianza en su trabajo y experiencia, pero sin perder la humildad, abrió MObE Sport Clinic, un centro dedicado a la fisioterapia y readaptación de lesiones, al entrenamiento personal, la traumatología y la nutrición, un conjunto de áreas que considera “fundamentales” para el buen desarrollo de cualquier actividad física y salud.

Aglutinar estos servicios y ofrecerlos en un mismo espacio es resultado de la filosofía que Héctor ha seguido desde que inició su carrera profesional. “Siempre he sido un fiel defensor de que la salud necesitaba ser vista desde un prisma mucho más activo: sacar al paciente de la camilla, empezar a cooperar entre profesionales de la salud y la actividad física, alejarnos de egos y barreras entre nosotros y centrarnos solo y exclusivamente en mejorar la vida de nuestros pacientes”, declara.

Cuando consideró que tenía la formación y experiencia necesarias, supo que era el momento de comenzar el proyecto. “Además, ahora la sociedad valora la salud como algo que va mucho más allá de no tener enfermedades. Comenzamos a entender que tener buenos hábitos y disfrutar de nuestro deporte favorito independientemente de la edad también es salud”, explica.

Durante todos sus años trabajando en clubes e instalaciones, fue anotando ideas que pasaban por su cabeza. “Conceptos que me gustaban, aspectos que detestaba, materiales que serían interesantes, metodologías de trabajo, maneras de llegar al paciente objetivo, etc. Una especie de brainstorming de muchos años de duración”, recuerda.

Así, una vez obtuvo todo lo que creía imprescindible para arrancar el proyecto, se sentó junto a su entorno de confianza para desarrollarlo, ya que, tal como explica, su falta de formación y experiencia en desarrollo empresarial le hizo ser consciente de que no podía controlarlo todo. “Pero eso mismo creo que es lo que ha hecho que MObE sea mucho más completo empresarialmente de lo que yo jamás hubiese imaginado. He contado con el asesoramiento de personas muy preparadas en el tejido empresarial y sobre todo con un nivel de implicación e ilusión por el proyecto que ha hecho que todavía tuviese que esforzarme más si cabe por llevarlo a cabo”, manifiesta.

Desde la apertura del centro, la ilusión y las ganas no han hecho más que aumentar. Y es que, aunque Héctor reconoce que “la niña mimada del centro es la fisioterapia deportiva y la traumatología”, ya empiezan a incluir otras áreas, como aquellas especializadas en dolor crónico y enfermedades graves como metabólicas y oncológicas.

Individualización del paciente y pasión por la salud

Para Héctor, el punto fuerte de MObE Sport Clinic es su capacidad para contextualizar las lesiones y los objetivos de los pacientes. “Algo que como usuario de servicios suelo echar en falta es la individualización de mi problema, detesto el café para todos”, sentencia. Para él, la lesión es algo “mucho más complejo que un simple problema anatómico” porque “el dolor es también dependiente del contexto, las expectativas, cultura previa, estado laboral, familiar, nivel de actividad, pensamientos sobre la lesión, etc.”. Así pues, definir el tratamiento en base a la lesión y a su contexto es su valor diferencial. “Y, por supuesto, esta filosofía es extrapolable a los entrenamientos personales y otras disciplinas”, matiza.

El egresado de la USJ transmite la pasión por su labor y el compromiso que adquiere con cada deportista o paciente que elige MObE Sport Clinic. “Siento que está en nuestra mano la posibilidad de ayudar a un número muy amplio de personas gracias a nuestro conocimiento y nuestras ganas de hacer las cosas bien. Es motivo de orgullo diario ver como cumplimos con la metodología que siempre he querido llevar a cabo y que gracias a ella nuestros pacientes y clientes cumplen sus objetivos”, afirma entusiasmado.

MObE Sport Clinic es el resultado de mucho trabajo previo. “Es la punta del iceberg de todo lo que he hecho hasta ahora y por lo que tanto me he esforzado. Siempre digo que tengo 4 o 5 quesitos fundamentales en mi día a día y que trato de cuidar al máximo para no perderlos jamás: amigos, familia, deporte y trabajo es el eje sobre el que se sustenta mi felicidad, así que esa es la dimensión que cobra MObE en mi vida”, sentencia.

Emprender y aprender

Para Héctor fue fundamental la “introspección” antes de poner en marcha el proyecto. Según explica, para él, “no es tan simple como hacer un buen análisis de gastos e ingresos para conocer la rentabilidad de la empresa”, sino que considera primordial “saber encontrar los puntos fuertes y también los débiles”, ya que, si detectas estos últimos y consigues herramientas para mejorarlos, “todo será mucho más fácil”.

Es lo que hizo con su propio proyecto y ahora, aunque acaban de comenzar su actividad, ya tienen claro hacia dónde se dirigen. “Queremos ser una de las principales referencias en salud y deporte de la ciudad primero y a nivel nacional después”, declara. Para ello, son conscientes de que tendrán que invertir muchos esfuerzos en sacar la mejor versión de si mismos. “Estaremos en constante actualización, seguiremos siendo humildes para aprender de los errores que vayamos cometiendo y, sobre todo, mantendremos intacta la ilusión y vocación que nos ha llevado a esto”, asegura.

Fisioterapia en la USJ

Al recordar la Universidad San Jorge, Héctor define sus años de estudio como los más importantes de su vida. “Aprendí mucho de lo que hoy sé sobre fisioterapia, descubrí lo que realmente quería ser y sobre todo adquirí grandes amistades y valores que hoy son parte fundamental en mi vida”, manifiesta.

Héctor destaca los conocimientos y la práctica clínica adquirida durante el grado, la formación actualizada y la evidencia científica que respaldaba los contenidos de las materias, así como lo aprendido sobre cooperación en los equipos de trabajo. “Siempre me llamó poderosamente la atención el buen compañerismo que había entre los profesores, así que trato de inculcar esos valores dentro del centro”, explica. “Además, los docentes estaban muy implicados, siempre dispuestos a contestar emails y dotarte de herramientas necesarias para facilitar el conocimiento”, añade.