La formulación de medicamentos individualizados especialmente destinados a población anciana podría ayudar a pacientes mayores, polimedicados, con coronavirus y que no requieran ingreso hospitalario, puesto que permite la adaptación de los medicamentos a su situación particular.

Edgar Abarca, docente de la USJ, coordinador del Programa de Aseguramiento de la Calidad del Medicamento Individualizado (PACMI) de la Universidad San Jorge, director de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado y director del Título de Experto Universitario en Formulación de Medicamentos Individualizados en Pacientes Especiales, explica que se detecta una “falta de presentaciones comerciales con dosis reducidas, adaptadas a las necesidades del paciente geriátrico, con formas farmacéuticas que posibiliten una idónea administración del fármaco y una dosificación de mayor exactitud, como jarabes y/o cápsulas”.

Y es que, pese al consenso que existe en torno a la seguridad de los medicamentos en ancianos, sigue habiendo “un alto índice de automedicación, inseguridad por el mal uso de los medicamentos – por dosis incorrectas o interacciones medicamentosas-, así como una tasa de inefectividad por falta de adherencia – por olvido o desconfianza-.”, argumenta Edgar. “Así que, por supuesto, podemos aportar una herramienta al médico, al enfermero, al cuidador y por supuesto al paciente que puede ayudar a su mejoría”, agrega.

Medicamento individualizado para pacientes intubados

De hecho, Abarca formó parte de un equipo que desarrolló una solución para la higiene de mucosas en pacientes con covid19 que han tenido que ser intubados. “La solución surfactante de cocamidopropilbetaína 0,075 % en suero fisiológico para limpieza de la vía de intubación surgió como una formulación individualizada en el ámbito de la colaboración con otros profesionales sanitarios y como un recurso de urgencia”, explica el farmacéutico.

Esta formulación fue premiada, publicada en la mejor revista de formulación del mundo – la International Journal of Pharmaceutical Compounding – y está registrada por la OMS como tratamiento de recurso. “Este es solo un ejemplo. Yo siempre digo que, en formulación, hay mucho hecho, pero tenemos por delante mucho por hacer”, afirma Edgar Abarca.

Pone como ejemplo a la Dra. Amanda Phillips, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Loma Linda (California, Estados Unidos), quien plantea que la capacidad de individualizar la atención farmacéutica abre muchas posibilidades para los tratamientos del futuro. “Esta doctora cita como ejemplo la terapia de reemplazo hormonal con hormonas bio-idénticas o los medicamentos off-label como solo dos ejemplos de muchos en los que << los farmacéuticos formulistas se sitúan como protagonistas de la mejor atención farmacéutica posible>>”, detalla Edgar.

Complemento a los medicamentos genéricos

Por todo ello, los medicamentos individualizados pueden complementar y enriquecer a los genéricos. “Es importante tener en cuenta que el medicamento individualizado no está para suplir al medicamento industrial. Tenemos una industria farmacéutica excelente y fuera de serie”, matiza Abarca.

Con todo, la terapia personalizada vive actualmente un avance imparable, donde la formulación supone el máximo exponente en atención farmacéutica. “El farmacéutico asistencial, tanto comunitario como hospitalario, aporta una herramienta única, que, con frecuencia, supone el único tratamiento al que pueden acceder pacientes con problemas de salud en los que el medicamento industrializado es inexistente por multitud de circunstancias”, asegura el docente.

En estos casos, a través de la individualización de las dosis, cambiando el excipiente, adecuando la forma farmacéutica, etc. el farmacéutico puede ofrecer al paciente el único medicamento que garantiza la efectividad y la seguridad de su tratamiento y, por lo tanto, contribuye a la optimización de los resultados terapéuticos y a la calidad del proceso asistencial.