Jesús Carro, director del grado en Bioinformática, y Violeta Monasterio, profesora de la USJ, consiguieron el premio Maastricht Simulation Award, que se otorga al mejor trabajo de simulación cardiovascular presentado en el congreso Computing in Cardiology, gracias a su trabajo Influence of the Stimulation Current on the Differences between Cell and Tissue Electrophysiological Simulations.

Para estudiar qué le pasa al corazón ante determinadas patologías o al suministrar un fármaco, se trabaja con modelos que muestran la actividad eléctrica de las células del corazón. En sus estudios, para ajustar los modelos del corazón, algunos de los principales datos que se utilizan se miden en pequeños trozos de tejido. “Por el alto coste de simular un tejido, normalmente, para las fases de ajuste y calibración de un modelo, se utilizan simulaciones de células aisladas”, explica Jesús.

Para estudiar qué le pasa al corazón ante determinadas patologías o al suministrar un fármaco, se trabaja con modelos que muestran la actividad eléctrica de las células del corazón. En sus estudios, para ajustar los modelos del corazón, algunos de los principales datos que se utilizan se miden en pequeños trozos de tejido. “Por el alto coste de simular un tejido, normalmente, para las fases de ajuste y calibración de un modelo se utilizan simulaciones de células aisladas”, explica Jesús.

En un trabajo anterior mostraron los problemas de utilizar simulaciones de una sola célula para calcular algunos de los marcadores, ya que se detectaba cierto grado de error. El docente razona que “la opción de hacer simulaciones de tejido es muy costosa cuando hay que hacer miles de ellas en una investigación”, así que pensaron cómo podrían reducir ese error que habían encontrado para no incrementar el tiempo de simulación. “En este nuevo estudio, analizamos cuál es la causa de las diferencias y proponemos una nueva forma de simular la célula para reducir el error que habíamos encontrado sin necesidad de simular un tejido”, añade Violeta.

Así pues, consiguieron el premio porque presentaron, según su opinión, una idea “sencilla, pero relevante, bien trabajada y explicada”. Al tratarse de una investigación que revisa una de las bases metodológicas de su campo, explican que la analizaron “con cuidado y evaluándola bajo diferentes situaciones para comprobar la validez de la hipótesis de partida”.

El trabajo fue realizado en la USJ, mayoritariamente por Violeta Monasterio, partiendo de una idea de Jesús Carro, y también contaron con la colaboración de una investigadora de la Universidad de Zaragoza y otro del Politécnico di Milano.

Computing in Cardiology es una conferencia científica internacional que se lleva a cabo anualmente desde 1974. “Es probablemente uno de los congresos más importantes en el ámbito de la informática aplicada a la cardiología clínica y la fisiología cardiovascular”, asegura la docente. En él se presentan trabajos muy diversos, abarcando temas como el procesado de señales o imágenes biomédicas para la detección de enfermedades, el modelado del corazón desde el punto de vista eléctrico o mecánico, el estudio de arritmias cardiacas y sus causas, y otras aplicaciones de la informática y la tecnología en cardiología.

Recibir el premio en un congreso de estas características ha supuesto una enorme satisfacción para ambos profesores. “Al arrancar una línea de investigación siempre está la duda de si los resultados serán relevantes o si aquello que a nosotros nos parece interesante lo será también para más investigadores. Recibir el premio es una pequeña confirmación de que la dirección es buena”, concluye Jesús Carro.

En un trabajo anterior mostraron los problemas de utilizar simulaciones de una sola célula para calcular algunos de los marcadores, ya que se detectaba cierto grado de error. El docente razona que “la opción de hacer simulaciones de tejido es muy costosa cuando hay que hacer miles de ellas en una investigación”, así que pensaron cómo podrían reducir ese error que habían encontrado para no incrementar el tiempo de simulación. “En este nuevo estudio, analizamos cuál es la causa de las diferencias y proponemos una nueva forma de simular la célula para reducir el error que habíamos encontrado sin necesidad de simular un tejido”, añade Violeta.

Así pues, consiguieron el premio porque presentaron, según su opinión, una idea “sencilla, pero relevante, bien trabajada y explicada”. Al tratarse de una investigación que revisa una de las bases metodológicas de su campo, explican que la analizaron “con cuidado y evaluándola bajo diferentes situaciones para comprobar la validez de la hipótesis de partida”.

El trabajo fue realizado en la USJ, mayoritariamente por Violeta, partiendo de una idea de Jesús, y también contaron con la colaboración de una investigadora de la Universidad de Zaragoza y otro del Politécnico di Milano.

Computing in Cardiology es una conferencia científica internacional que se lleva a cabo anualmente desde 1974. “Es probablemente uno de los congresos más importantes en el ámbito de la informática aplicada a la cardiología clínica y la fisiología cardiovascular”, declara Violeta. En él se presentan trabajos muy diversos, abarcando temas como el procesado de señales o imágenes biomédicas para la detección de enfermedades, el modelado del corazón desde el punto de vista eléctrico o mecánico, el estudio de arritmias cardiacas y sus causas, y otras aplicaciones de la informática y la tecnología en cardiología.

Recibir el premio en el congreso Computing in Cardiology no solo supuso mucha gratitud para los docentes de la USJ, sino también satisfacción por ver que su idea resultaba interesante para la comunidad científica. “Al arrancar una línea de investigación siempre está la duda de si los resultados serán relevantes o si aquello que a nosotros nos parece interesante lo será también para más investigadores. Recibir el premio es una pequeña confirmación de que la dirección es buena”, concluye Jesús.