La Revista de ACOP (Asociación de Comunicación Política), dirigida por la egresada de Periodismo Verónica Crespo, consiguió el Premio a Mejor Publicación Política del Año en los Napolitan Victory Awards, también conocidos como los ‘Oscar’ de la Comunicación Política en habla hispana.

La Revista de ACOP acaba de ganar su sexto premio en los Napolitans Victory Awards, ¿qué está haciendo bien la publicación para seguir ganando estos premios?

La revista que cada mes llega a la bandeja de entrada de nuestros socios y publicamos en abierto en la web de ACOP es el resultado de un esfuerzo titánico de muchas personas, amantes de la compol, que desde 2008 ponen su granito de arena en este proyecto de manera desinteresada. La pasión por lo que hacemos, la unión de perfiles diversos (consultores, académicos, estudiantes…) y el interés por estar al día de las últimas tendencias queda reflejado en la revista. Entre todos conseguimos hacer un producto de mucha calidad.

¿Qué supone el premio para la revista?

La Revista de ACOP tiene muchísimo reconocimiento en nuestro sector tanto dentro como fuera de España. Este premio, además de animarnos a seguir mejorando, acredita el liderazgo de la marca ACOP en nuestra disciplina. La revista es uno de los productos de esta asociación que tanto esfuerzo hace por mejorar la formación y la proyección de los profesionales de la compol, y en definitiva, una entidad que contribuye a que esta profesión avance y ofrezca un mejor servicio a las democracias.

¿Y para ti personalmente?

Es un orgullo recibir este premio en nuestro primer año de dirección. Cuando Carlos y yo asumimos la responsabilidad de dirigir la revista no podíamos imaginar un resultado tan bueno, todavía recuerdo el vértigo que sentíamos durante las primeras semanas, je, je. Sin embargo, que en este momento seamos las caras más visibles de la publicación no significa que el mérito sea exclusivamente nuestro. La revista es el resultado del trabajo de muchas personas entusiastas que creen y han creído en esta publicación durante muchos años. Nosotros hemos tomado el testigo de un producto muy consolidado.

En unas semanas se cumplirá un año desde que asumiste la dirección de la revista, ¿cómo valoras este primer año?

El anterior director de la revista, Eduardo Vega, me dijo que este había sido el proyecto más ilusionante de su carrera y no se equivocaba. Las ganas con las que lanzamos cada ejemplar, el apoyo que recibimos desde la asociación y el resto del equipo, el interés con el que todos los autores nos envían sus piezas es el mejor premio que podemos recibir.

Estamos muy satisfechos de los números que hemos publicado, gracias a la colaboración de autores de distintas latitudes que nos han ilustrado con sus excelentes textos y que nunca nos han dado un ‘no’ por respuesta. Además, La Revista de ACOP tiene un amplio equipo editorial con excelentes profesionales que cada revista presentan contenidos interesantes, novedosos y frescos en todas sus secciones.

¿Cuáles han sido los principales retos a los que te has enfrentado en estos meses?

Siempre he tenido interés por la actualidad del sector, pero la revista te obliga a estar absolutamente conectada con las nuevas tendencias para plantear contenidos interesantes y novedosos cada mes. Cuando terminamos una revista ya hemos planteado la siguiente y eso supone búsqueda de autores internacionales, la recepción de todos los contenidos en tiempo y forma y un largo trabajo de edición para que el documento llegue al lector de la mejor manera posible.

Últimamente se habla de la pérdida de credibilidad y confianza en los políticos, ¿qué errores crees que están cometiendo los políticos en materia de comunicación?

No solo hay que contarlo, también hay que hacerlo. Perdemos credibilidad cuando nuestras palabras no están alineadas con nuestros hechos. La desafección política llega cuando la ciudadanía percibe esa falta de coherencia y considera que sus representantes se enrocan en debates alejados de los problemas cotidianos.

¿Qué papel puede jugar la comunicación política en la restauración de esta confianza en la política?

La comunicación parte de la estrategia y su tarea está relacionada con facilitar la interpretación que la ciudadanía hará de la acción política. Es decir, la comunicación política tiene el deber de generar imágenes en el cerebro de las personas, que les permita imaginar el proyecto político. De esa manera construimos narrativas, los famosos ‘relatos’ de los que ahora tanto se hablan pero que se han utilizado desde siempre. Para ello disponemos de herramientas y canales que permiten crear contenidos atractivos.

¿Qué partidos políticos en España están gestionando bien su comunicación? ¿Por qué?

No identifico a ningún partido como modelo a seguir, pero sí que es cierto que en los últimos años la necesidad ha hecho virtud. Los partidos han incorporado dinámicas de trabajo, nuevos canales y cada vez más, han optado por consultores y asesores profesionales e independientes a la ideología de su partido que guíen sus objetivos comunicativos. Y ello ha supuesto un paso de gigante para la comunicación de los partidos.

Dicho esto, más que hablar de partidos, señalaré dos campañas. Me fascinan los casos de desbordamiento electoral o crowdsourcing creativo. Ocurrió en la campaña de Manuela Carmena y ha pasado hace pocos meses con la de Isabel Díaz Ayuso. En ambos casos se ha producido una movilización ciudadana que ha emprendido acciones de apoyo explícito llenas de imaginación.   

Y a nivel internacional, ¿cuáles destacan?

Dejando a un lado a Obama y a Merkel, me fijo especialmente en Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda. Especialmente durante la crisis de la COVID-19 ha logrado comunicar cercanía y naturalidad usando, especialmente, las redes sociales. En Canadá, Justin Trudeau, ha logrado construir un estilo propio basado en la comunicación con un discurso potente y una manera directa y cercana de hacer política. ¿Quién no conoce los calcetines del Trudeau?

¿Qué te llevó a interesarte y especializarte en comunicación política?

Soy periodista vocacional y siempre he tenido interés por la política. Descubrí la compol estudiando mi carrera en la Universidad San Jorge y comencé a asistir y a participar en las actividades relacionadas con el sector que impulsaba la universidad, ahí tuvo lugar el flechazo. Más tarde, decidí completar mi formación especializándome en política.