Laura Uranga, egresada de Comunicación Audiovisual de la USJ, y el periodista Pablo Ferrer visitaron ayer la Universidad San Jorge para hablar sobre el trabajo realizado en la serie de Heraldo de Aragón “Aragón, pueblo a pueblo”, colección que les hizo merecedores del Premio Ortega y Gasset de Periodismo en noviembre del año pasado.

“Fue bonito recorrer durante dos años todos los pueblos de Aragón, pero también supuso mucho esfuerzo, muchas horas de dedicación y horarios muy largos. No es una queja, simplemente es una realidad. Aun así, fue una bendición no solo profesional, sino también personal”, aseguró Pablo Ferrer.

Y es que la diferencia de edad entre Pablo y Laura – se llevan 17 años – supuso un choque generacional que, lejos de resultar un hándicap, se convirtió en una oportunidad para ambos. “Trabajar con alguien mucho más joven que tú te hace descubrir nuevas formas de entender este oficio”, resumió el periodista. “Realmente eso nos ayudó porque nos hemos compenetramos muy bien”, agregó su compañera.

La clave del éxito

Para Laura, la primera clave del éxito de “Aragón, pueblo a pueblo” fue el enfoque de las publicaciones. “Queríamos presentar los pueblos a través de la gente que los habita”, explicó.

Además, todos los municipios tuvieron el mismo espacio independientemente de su tamaño o población. “Al principio la gente se no se creía que su pueblo iba a tener una doble página en Heraldo. Tras publicarlo nos llamaban para darnos las gracias. Ver la emoción de una persona mayor que se ha visto en una fotografía grande en el periódico es muy emotivo y volver al municipio y ver la página colgada en un bar es muy emocionante”, recordó la egresada de la USJ.

“Aunque para nosotros era una jornada más de trabajo, éramos conscientes de que para la gente con la que hablábamos era un día muy especial”, afirmó Pablo. Por ello, contó, llegaba a los pueblos “con una mirada curiosa, escuchando y dejando hablar”.

Para ambos era importante reflejar la realidad del día a día en las localidades. Buscaban la naturalidad, por eso no querían que prepararan los escenarios y dejaran impecable el bar o la tienda. “Porque esa quizás no era la realidad”, puntualizó Laura.

Por su parte, Pablo recordó una de las peticiones que más les marcaron. “Nos pidieron que no los retratáramos con pena; que contáramos lo que habíamos visto y oído, todas las dificultades que tenían (escasez de centros sanitarios, falta de recursos educativos, carreteras mal conectadas, etc.), pero que no salieran como unos pobrecitos, porque quizás ellos estaban encantados de vivir en su pueblo”, relató.

Premio Ortega y Gasset

En noviembre de 2020, Laura y Pablo resultaron ganadores del Premio Ortega y Gasset de Periodismo de El País, en la categoría “Mejor Cobertura Multimedia”.

“Suena a tópico, pero de verdad fue una sorpresa porque ni nosotros ni Heraldo nos habíamos presentado a los premios”, contó Pablo. Primero llamaron a Laura, quien descolgó el teléfono y escucho a un hombre que le preguntó << ¿A que no sabe quién soy? Te voy a dar una alegría>>. “Yo creía que era una broma, claro”, contó Laura entre risas. “Cuando colgué me quedé con el móvil en la mano esperando a que llamaran a Pablo y recibiera él también la noticia”, añadió. Pablo, por su parte, creyó que le estaban intentado vender algún seguro y estuvo a punto de colgar. “Tardé 10 segundos en procesar la información”, reconoció.  

La fotógrafa declaró que para ella lo bonito de ganar el premio fue que pudieron poner los pueblos de Aragón y su gente en otra dimensión, ya que, por unos días, tuvieron presencia en toda España y Latinoamérica. “Que algo tan nuestro, tan de pueblo, se vea fuera de nuestras fronteras fue el colofón perfecto para un proyecto como este”, sentenció.

Periodismo como vocación

Más allá de los premios y los reconocimientos, Laura y Pablo afirmaron que lo que les sigue dando impulso y fuerza para continuar ahora con el especial “Aragón es extraordinario” es la pasión y la vocación por la profesión. Y es que, al día siguiente de recibir el premio, ya estaban de viaje para visitar otra localidad.

“El día que perdamos la capacidad de sorprendernos, nos dedicaremos a otra cosa”, afirmó Pablo. “Igual esta profesión no es la que más rápidamente conduce a los bienes materiales, pero te da alegrías muy grandes cuando se ejerce con pasión. Esta profesión me ha dado tantas satisfacciones que no me imagino sin ella”, concluyó.  

La actividad estuvo enmarcada en el seminario «Fotoperiodismo en tiempos de pandemia» y en el Salón del Libro de Villanueva de Gállego, organizado por Cultura USJ y el Ayuntamiento de la localidad.