Hoy os presentamos un cortometraje animado llamado “Alike” en el que se muestra cómo la rutina puede controlar nuestras emociones. En el corto aparece una sociedad apagada por la monotonía, porque vamos de un lado para otro con una mochila llena de responsabilidades y obligaciones y no llegamos a valorar las cosas pequeñas que nos aportan alegría e ilusión a nuestro día a día. Nos aferramos a nuestro trabajo, rutinas diarias y nos vamos desgastando poco a poco y así conseguimos trasmitir nuestras negativas emociones a los demás.

Eso se refleja en este cortometraje protagonizado por un padre y un hijo. El padre tiene un trabajo monótono. Intenta sacar su positividad, pero con el paso del tiempo se va desgastando de energía y lo único que le aporta vitalidad y alegría es su hijo. Su hijo, es un niño con mucha vitalidad, motivación, energía y creatividad, pero al final del día acaba condicionado por las emociones de su padre.

Nosotros, como estudiantes, también vivimos una rutina que nos condiciona nuestras emociones y muchas veces es dentro de las aulas en la universidad, donde la motivación, energía y empeño depende muchas veces de nuestro estado de ánimo. Por tanto, no debemos dejar de buscar cada día una motivación que nos ayude a ver el lado positivo de nuestra vida. Como futuros docentes, tenemos que ser buenos gestores de emociones, tanto de nuestras propias emociones como de las de los demás. Debemos saber trasmitir a nuestros alumnos positividad y buenas emociones para que estén ilusionados y motivados cada día en el colegio, ya que como maestros somos un ejemplo a seguir para los alumnos.

Generalmente, compartir emociones, gustos, intereses une mucho a las personas. A través de las emociones podemos conectar con nuestros alumnos, así que, tenemos que conseguir conectar con ellos emocionalmente y conseguir que estén alegres y activos, a la vez, que nosotros, como docentes, mantengamos un buen control emocional y saquemos el lado positivo de las cosas para mantener buenas emociones en nuestro día a día. Nuestros alumnos aprenderán en la medida que seamos capaces de emocionarlos en este proceso.

El docente en el aula, debe formar a los alumnos y auto-controlarse, para conseguir trasmitir emociones saludables al alumnado, para que ellos se sientan mejor en el aula, así pues, conseguirá generar un buen clima de trabajo en el aula. Si conseguimos trasmitir buenas emociones a los alumnos y crear un clima de aprendizaje en las aulas efectivo y de convivencia, conseguiremos dejar marca en nuestros alumnos y que nos recuerden como a uno de sus mejores profesores. Por último, os invitamos a visualizar este corto y os animamos a que dejéis una aportación sobre lo que os ha generado el video. El aprendizaje es mucho más significativo y beneficioso si se comparte.

Andrea Campo (Grado en Ed. Infantil)

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